dijous, 3 de maig del 2018

El fin de ETA


La banda terrorista abandona la lucha armada. El mensaje es propaganda, pero finalmente, ETA desaparece. Un final largamente esperado, pero que en las filas gubernamentales no les acaba de gustar.

El final de ETA ha tenido que ver con muchos factores. No hay una única causa, desde 1960 hasta el 2018 son demasiados años de violencia. La propia ETA hizo un paso definitivo para su propia desaparición con el asesinato de Miguel Ángel Blanco el 13 de julio de 1997, era el principio del fin. En el trayecto sembraron muerte y destrucción. Hay una ETA antes de la llegada a la democracia y otra posterior a ella.


Un home passa per davant d'una pintada que diu 'Adeu ETA' a Gernika 
/ VINCENT WEST / REUTERS

El balance es catastrófico, en muertos, heridos y huérfanos, familias rotas y una sociedad vasca fracturada e irreconciliable. Los atentados en Vic, Barcelona (Hipercor), en Madrid, y el País Vasco sembraron el suelo de personas asesinadas en una espiral interminable. Nada de lo que hizo ha significado un avance en ningún orden. La muerte no puede ser la palanca de nada. Los diferentes gobiernos desde el inicio de la democracia han hablado con ETA.

Después del 11-S de 2001, el terrorismo se convirtió en una coartada mundial. El 11-M de 2004, los atentados terroristas en Madrid protagonizados por el terrorismo islamista fue utilizado de manera vergonzosa por el Gobierno de Aznar, al atribuirlo a ETA. La memoria es débil, pero desde ese momento el Gobierno del PP, ha utilizado a los representantes de las asociaciones de víctimas del terrorismo para sus propios planes de propaganda.

La sociedad española en su conjunto debería felicitarse porque ya no habrá más atentados. Ninguna familia deberá pasar por lo que han pasado las 829 asesinados/as por ETA. ¿Podrá el Gobierno del PP soportar ese final? ¿No buscará en Cataluña un avatar con el independentismo?

Como la memoria es débil el terrorismo generó antiterrorismo y excesos desde el bando que debería haber utilizado solamente la ley y el derecho. El Gal, fue un engendro de la etapa socialista, una etapa en el que los atentados eran casi a diario. Quienes hemos vivido toda está larguísima travesía del desierto, hoy es un buen día. Espero que a los demás no se les atragante el disgusto.

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