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dimarts, 25 de juliol del 2017
dilluns, 24 de juliol del 2017
dijous, 20 de juliol del 2017
Reseña: Albert Camus. El malentendido
Reseña: El malentendido, LB. Alianza ed.
El presente texto teatral en tres actos, es una pieza minimalista. Cinco personajes, uno de los cuales apenas habla, pero sus acciones y omisiones son desabridas y ásperas. Los demás personajes tampoco derrochan simpatías, especialmente Marta y su Madre.
La historia parece bíblica: la parábola del hijo pródigo, Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos del 11 al 32. Pero, en esta obra, todo sale mal. Nadie reconoce a nadie. No hay amor. No hay simpatía. Mucho menos empatía. Todo es áspero. Un hotel. Una hija y una madre amargadas y frustradas. Aspiraban a una vida mejor, pero la realidad es que sus vidas no son más que una acumulación de rencores y pesares.
La llegada de un huésped, Jan, desencadena el drama. El problema de Jan, es que no ha querido escuchar a su mujer, María. Parece que todo se reduce a un problema de comunicación. Nadie habla claro. Nadie quiere enseñar sus cartas. Es un juego a vida o muerte. Jan, parece que lleva las de perder. Jan quiere traer felicidad, pero sólo atraerá la fatalidad.
La obra se representó en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. El propio Camus dictaminó en Le Figaro,, "(...). Y la verdad de las cosas es que El malentendido, aunque ha tenido un público bastante numeroso, ha sido rechazada por la mayoría del público. Hablando claro, eso se llama un fracaso" (1).
Jan viene de otro país, y se encuentra en el hotel hostilidad. No deja de ser una metáfora de las guerras. Jan quería “La felicidad no lo es todo y los hombres tienen deberes. El mío es recobrar a mi madre, una patria..” (Acto, I, escena 3ª, pág.25). Jan tiene deberes por eso puede decir: “(…). Sólo que no se puede ser feliz viviendo en el exilio o en el olvido. No se puede ser siempre un extraño. Quiero volver a mi país, hacer felices a todos a quienes amo. Y nada más.” (Acto I, escena 4ª, pág.29)
Las buenas intenciones de Jan, chocarán contra un muro de hostilidad en ese hotel que domina el odio y el rencor. Marta expresa una persona dura como el pedernal, sin alma. Tiene un alma que cree que podrá florecer cuando abandoné el hotel, y el billete para su libertad es ese nuevo huésped que acaba de aparecer, como caído del cielo.
Nota: (1) Herbert.R.Lottman, Albert Camus. (cap. XXI) ed.Taurus
El presente texto teatral en tres actos, es una pieza minimalista. Cinco personajes, uno de los cuales apenas habla, pero sus acciones y omisiones son desabridas y ásperas. Los demás personajes tampoco derrochan simpatías, especialmente Marta y su Madre.
La historia parece bíblica: la parábola del hijo pródigo, Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos del 11 al 32. Pero, en esta obra, todo sale mal. Nadie reconoce a nadie. No hay amor. No hay simpatía. Mucho menos empatía. Todo es áspero. Un hotel. Una hija y una madre amargadas y frustradas. Aspiraban a una vida mejor, pero la realidad es que sus vidas no son más que una acumulación de rencores y pesares.
La llegada de un huésped, Jan, desencadena el drama. El problema de Jan, es que no ha querido escuchar a su mujer, María. Parece que todo se reduce a un problema de comunicación. Nadie habla claro. Nadie quiere enseñar sus cartas. Es un juego a vida o muerte. Jan, parece que lleva las de perder. Jan quiere traer felicidad, pero sólo atraerá la fatalidad.
La obra se representó en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. El propio Camus dictaminó en Le Figaro,, "(...). Y la verdad de las cosas es que El malentendido, aunque ha tenido un público bastante numeroso, ha sido rechazada por la mayoría del público. Hablando claro, eso se llama un fracaso" (1).
Jan viene de otro país, y se encuentra en el hotel hostilidad. No deja de ser una metáfora de las guerras. Jan quería “La felicidad no lo es todo y los hombres tienen deberes. El mío es recobrar a mi madre, una patria..” (Acto, I, escena 3ª, pág.25). Jan tiene deberes por eso puede decir: “(…). Sólo que no se puede ser feliz viviendo en el exilio o en el olvido. No se puede ser siempre un extraño. Quiero volver a mi país, hacer felices a todos a quienes amo. Y nada más.” (Acto I, escena 4ª, pág.29)
Las buenas intenciones de Jan, chocarán contra un muro de hostilidad en ese hotel que domina el odio y el rencor. Marta expresa una persona dura como el pedernal, sin alma. Tiene un alma que cree que podrá florecer cuando abandoné el hotel, y el billete para su libertad es ese nuevo huésped que acaba de aparecer, como caído del cielo.
Nota: (1) Herbert.R.Lottman, Albert Camus. (cap. XXI) ed.Taurus
dimecres, 19 de juliol del 2017
Las cloacas del Estado: No es ficción, es real
TV3, Sense Ficció, Les clavagueres del Estat. El programa
que no se emite más que en tres televisiones autonómicas, ninguna estatal, nos
explica el juego sucio que desde el Ministerio del Interior ha llevado a cabo, en la etapa de
Fernández Díaz, es de suponer que antes y después todo ese conglomerado sigue
ahí. En cualquier otro País, los hechos que se narran serían objeto de
investigación por parte de la Fiscalía, excepto en España. Porque la Fiscalía
es correa de transmisión del partido del gobierno (PP).
Es evidente que Cataluña y el Procés, ha alterado todos los esquemas. Desde el 9-N, donde el
gobierno central se jactó de ser una pantomima, a pesar de los dos millones de
personas que fueron a votar, desde ese día, no hay otra consigna y es que no se
vuelva a repetir. Hicieron el ridículo más espantoso. Todos los medios,
especialmente el TC, se han puesto al servicio del gobierno que le proporcionó
instrumentos legales –de dudosa constitucionalidad-, que con el mutismo de la
oposición ha dejado hacer. Se impugnan incluso resoluciones políticas. El TC no
está para hacer política, pero el gobierno del PP, lo ha instrumentalizado de
tal manera que se ha convertido en juez y parte. Por su parte, la Fiscalía, no
le parecía delictivo que el Fiscal anticorrupción tuviera una cuenta en Panamá.
Mientras la UDEF fabricaba informes
falsos que eran filtrados a los titanes del periodismo de “investigación” como
un eslabón más de la cadena que desde el MI dirigía (?) Fernández Díaz. Al día
de hoy los responsables de estas tramas siguen en sus puestos.
PD: Si hoy se cumple ochenta y un años y un día del inicio de la Guerra Civil,
y la posterior victoria del bando que se alzo en armas contra la República, y
gobernó durante cuarenta años con mano de hierro, eso fue posible, porque hubo
muchos cómplices -millones- que lo hicieron posible. Seguramente, por eso,
nuestro principal partido gubernamental, el PP, nunca ha querido condenar a ese
régimen.
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