Viatges, Llibres, Reflexions, Imatges, Musica, Filosofia, Literatura, Política, Miscel·lània, Blog de Viatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Teatro. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Teatro. Mostrar tots els missatges
dimecres, 2 de gener del 2019
dijous, 20 de juliol del 2017
Reseña: Albert Camus. El malentendido
Reseña: El malentendido, LB. Alianza ed.
El presente texto teatral en tres actos, es una pieza minimalista. Cinco personajes, uno de los cuales apenas habla, pero sus acciones y omisiones son desabridas y ásperas. Los demás personajes tampoco derrochan simpatías, especialmente Marta y su Madre.
La historia parece bíblica: la parábola del hijo pródigo, Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos del 11 al 32. Pero, en esta obra, todo sale mal. Nadie reconoce a nadie. No hay amor. No hay simpatía. Mucho menos empatía. Todo es áspero. Un hotel. Una hija y una madre amargadas y frustradas. Aspiraban a una vida mejor, pero la realidad es que sus vidas no son más que una acumulación de rencores y pesares.
La llegada de un huésped, Jan, desencadena el drama. El problema de Jan, es que no ha querido escuchar a su mujer, María. Parece que todo se reduce a un problema de comunicación. Nadie habla claro. Nadie quiere enseñar sus cartas. Es un juego a vida o muerte. Jan, parece que lleva las de perder. Jan quiere traer felicidad, pero sólo atraerá la fatalidad.
La obra se representó en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. El propio Camus dictaminó en Le Figaro,, "(...). Y la verdad de las cosas es que El malentendido, aunque ha tenido un público bastante numeroso, ha sido rechazada por la mayoría del público. Hablando claro, eso se llama un fracaso" (1).
Jan viene de otro país, y se encuentra en el hotel hostilidad. No deja de ser una metáfora de las guerras. Jan quería “La felicidad no lo es todo y los hombres tienen deberes. El mío es recobrar a mi madre, una patria..” (Acto, I, escena 3ª, pág.25). Jan tiene deberes por eso puede decir: “(…). Sólo que no se puede ser feliz viviendo en el exilio o en el olvido. No se puede ser siempre un extraño. Quiero volver a mi país, hacer felices a todos a quienes amo. Y nada más.” (Acto I, escena 4ª, pág.29)
Las buenas intenciones de Jan, chocarán contra un muro de hostilidad en ese hotel que domina el odio y el rencor. Marta expresa una persona dura como el pedernal, sin alma. Tiene un alma que cree que podrá florecer cuando abandoné el hotel, y el billete para su libertad es ese nuevo huésped que acaba de aparecer, como caído del cielo.
Nota: (1) Herbert.R.Lottman, Albert Camus. (cap. XXI) ed.Taurus
El presente texto teatral en tres actos, es una pieza minimalista. Cinco personajes, uno de los cuales apenas habla, pero sus acciones y omisiones son desabridas y ásperas. Los demás personajes tampoco derrochan simpatías, especialmente Marta y su Madre.
La historia parece bíblica: la parábola del hijo pródigo, Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos del 11 al 32. Pero, en esta obra, todo sale mal. Nadie reconoce a nadie. No hay amor. No hay simpatía. Mucho menos empatía. Todo es áspero. Un hotel. Una hija y una madre amargadas y frustradas. Aspiraban a una vida mejor, pero la realidad es que sus vidas no son más que una acumulación de rencores y pesares.
La llegada de un huésped, Jan, desencadena el drama. El problema de Jan, es que no ha querido escuchar a su mujer, María. Parece que todo se reduce a un problema de comunicación. Nadie habla claro. Nadie quiere enseñar sus cartas. Es un juego a vida o muerte. Jan, parece que lleva las de perder. Jan quiere traer felicidad, pero sólo atraerá la fatalidad.
La obra se representó en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial. El propio Camus dictaminó en Le Figaro,, "(...). Y la verdad de las cosas es que El malentendido, aunque ha tenido un público bastante numeroso, ha sido rechazada por la mayoría del público. Hablando claro, eso se llama un fracaso" (1).
Jan viene de otro país, y se encuentra en el hotel hostilidad. No deja de ser una metáfora de las guerras. Jan quería “La felicidad no lo es todo y los hombres tienen deberes. El mío es recobrar a mi madre, una patria..” (Acto, I, escena 3ª, pág.25). Jan tiene deberes por eso puede decir: “(…). Sólo que no se puede ser feliz viviendo en el exilio o en el olvido. No se puede ser siempre un extraño. Quiero volver a mi país, hacer felices a todos a quienes amo. Y nada más.” (Acto I, escena 4ª, pág.29)
Las buenas intenciones de Jan, chocarán contra un muro de hostilidad en ese hotel que domina el odio y el rencor. Marta expresa una persona dura como el pedernal, sin alma. Tiene un alma que cree que podrá florecer cuando abandoné el hotel, y el billete para su libertad es ese nuevo huésped que acaba de aparecer, como caído del cielo.
Nota: (1) Herbert.R.Lottman, Albert Camus. (cap. XXI) ed.Taurus
dimarts, 18 de juliol del 2017
Reseña: Albert Camus, Calígula
Reseña: Albert Camus.- Calígula. LB. Alianza
El texto es una obra teatral. Los hechos que se narran se
pueden encontrar en Suetonio, Vida de los
Césares (ed.Cátedra). El texto, dramatiza a partir de retazos reales, lo que Camus nos
ha querido narrar en esta obra. El poder sin límites, el absurdo de la vida, la
política, el poder y la locura, el sexo
y la creación artística.
En el acto primero, escena 4ª aparece una frase que se ha
hecho clásica:
-“Helicón.- ¿Y qué querías?
-Calígula.- La luna” (pág.21)
Calígula despliega su lógica. Una lógica implacable. Quien
desea lo imposible y tiene el poder para llevar a cabo su locura, ¿quién puede
resistirse? ¿Dónde está el límite?
¿Qué hace que los poderosos puedan imponer su poder
homicida? ¿Cuántos cómplices necesitan para llevar a cabo sus designios? ¿Cómo
puede Roma, o cualquier otro país, o Estado, aceptar la tiranía?
Calígula nos dice que “El poder brinda una oportunidad a lo
imposible” (pág.33) Calígula consigue dar sentido a su vida, al precio de
extender el sinsentido a su imperio. ¿Qué vida les espera a sus súbditos? Una
vida ciega al sentido, pues, la falta de límites, hace que no se pueda predecir
lo que nos espera hoy, y mañana. La vida de sus súbditos no vale nada. Sólo la
vida del Emperador tiene sentido. ¿Por qué debería preocuparse por los demás?
Uno de los personajes de la obra Quereas, dice en el acto
segundo, escena 4ª, “(…). Llegará un día en que se quedara solo frente a un imperio lleno de muertos y de familiares
de muertos” (pág. 50). El propio Calígula precisa porque puede ser libre, “(…).
Siempre se es libre a expensas de otro” (Escena 9ª, pág.62)
El tema del tiranicidio es un clásico en la política. Etienne
La Boétie, en su clásico “El discurso de la servidumbre voluntaria”, nos habla
de lo extraño que es que los muchos, se pongan al servicio de los pocos o de
uno. En Calígula, los muchos se someten, porque hay muchos que ayudan a su
realización.
La presente reseña tiene como objetivo, interesar al que lo
lea, que vaya al texto de Camus.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)