Tratar de comentar los acontecimientos que se suceden requiere establecer prioridades. Para empezar los asuntos en los que están involucrados menores, requiere máxima cautela. Es evidente que la alarma social por los casos de violación son extraordinariamente impactantes. Además la cobertura dada por los medios de comunicación en pleno verano ayuda a la reflexión. Voces airadas claman a los cielos sobre los tópicos de una juventud descarriada propiciada por una sociedad sin valores, etc.
Siempre es fácil y demagógico buscar culpables en todos los ordenes. ¿No existe una Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor? ¿Se puede legislar a golpe de noticias atroces? Nuestros legisladores tienden a buscar apoyos fáciles en la opinión pública. Los medios de comunicación hacen un papel ambiguo en estos asuntos. La noticia de un suceso es elevado a paradigma de lo que se nos viene encima. La cobertura enfermiza sobre los pormenores rayan en la obscenidad. ¡La audiencia lo pide¡ Vienen a decirnos los medios de comunicación. ¿No se genera un efecto dominó?
¿Qué hay que hacer en los casos en que los menores de 14 años realizan actos tan atroces como la violación? Las leyes españolas establecen la ininputabilidad de los menores. En el ámbito civil el art.1903 es una vía para el resarcimiento a las víctimas al decir: Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda. ¿La vía penal es la más adecuada en casos excepcionales? ¿A quién responsabilizar de esos hechos trágicos? ¿A los padres, a los jóvenes, a la sociedad y sus medios de comunicación que transmiten mensajes contradictorios? Se da la paradoja que hoy los jóvenes están más informados que nunca, pero otro lado, parece que algunos son insensibles al dolor ajeno. Se debería establecer una reflexión serena sobre asuntos de la máxima complejidad como son estos casos.
¿Acaso la pena de muerte, por ejemplo en Estados Unidos, ha hecho disminuir los casos de delitos de asesinato? La respuesta es que no. En política penal lo excepción no puede convertirse en normal. Una cosas es el Estado de derecho y otra las opiniones de los actores inmediatos a esos sucesos. Podemos entender la desesperación y sufrimiento de los padres de las niñas violadas y su necesidad que se haga justicia. Afortunadamente, estos sucesos son noticia de primera plano en según que medios, porque son excepcionales. ¿Existe alguna relación en el hecho que estos actos se hayan realizado después de iniciado el período de vacaciones escolares?
En otro orden de cosas, el caso Gürtel sigue su peregrinaje jurídico-mediático. Veremos a dónde nos lleva. La verborrea de la alcaldesa de Valencia está llegando a cotas insufribles. ¿El rey debería devolver los regalos de los mandatarios de otros países? ¿Se puede equiparar esos regales de estado, o institucionales, a unos regalos de una "presunta trama corrupta"? La señora alcaldesa debe pensar santa Rita..... no se quita.
Diálogo social. Esta última semana los agentes sociales y el gobierno han representado un triste papel. En medio de la crisis más profunda que se recuerda en el orden económico -parece que de esta crisis nadie sabe sacar las consecuencias adecuadas-, los agentes sociales no han sabido o querido llegar a un acuerdo. La sociedad debería replantearse ¿por qué no se ha llegado a algún acuerdo sobre las relaciones laborales: jornada laboral, productividad, protección social, jubilaciones, etc,.?
En tiempos de sequía informativa nos acompañan un año más los fuegos que devoran nuestros arboles y campos, y, que para unos es su sustento y para nosotros el paisaje que embellece nuestra geografía. En Cataluña la muerte de cinco bomberos y un herido gravísimo es recordatorio de la destrucción que provoca los incendios. Hay medios y prevención -seguramente nunca es suficiente-, pero los incendios del verano son una pesadilla que reaparecen año tras año. Enfrentarse el fuego requiere de valor y servicio a los demás, los bomberos y las fuerzas auxiliares que los acompañan son todos ellos nuestros heroes en tiempos donde se critica la falta de valores. Pues ahí están ellos para desmentirlos.
En clave catalana, el conseller Saura nos ha dicho que no se presentará a la reelección. Vale. Al menos durante unos minutos han sido -como partido- los protagonistas. ¿Qué queda de una izquierda que quiere ser nacionalista, ecologista y no sé cuantas cosas más?
Por último, los franceses siempre han tenido olfato, pero oído musical nunca lo han tenido, o sino que se lo pregunten a Alberto Contador. Es natural que los franceses no se acostumbren al himno español, al fin y al cabo, Indurain, Pereiro, Contador (2) y Sastre han vencido en la vuelta francesa; no solamente no tienen oído, además no tienen memoria. Seguramente, el próximo año Contador volverá a subir al podio, ¿qué sorpresa nos prepararán nuestros vecinos?
Siempre es fácil y demagógico buscar culpables en todos los ordenes. ¿No existe una Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor? ¿Se puede legislar a golpe de noticias atroces? Nuestros legisladores tienden a buscar apoyos fáciles en la opinión pública. Los medios de comunicación hacen un papel ambiguo en estos asuntos. La noticia de un suceso es elevado a paradigma de lo que se nos viene encima. La cobertura enfermiza sobre los pormenores rayan en la obscenidad. ¡La audiencia lo pide¡ Vienen a decirnos los medios de comunicación. ¿No se genera un efecto dominó?
¿Qué hay que hacer en los casos en que los menores de 14 años realizan actos tan atroces como la violación? Las leyes españolas establecen la ininputabilidad de los menores. En el ámbito civil el art.1903 es una vía para el resarcimiento a las víctimas al decir: Los padres son responsables de los daños causados por los hijos que se encuentren bajo su guarda. ¿La vía penal es la más adecuada en casos excepcionales? ¿A quién responsabilizar de esos hechos trágicos? ¿A los padres, a los jóvenes, a la sociedad y sus medios de comunicación que transmiten mensajes contradictorios? Se da la paradoja que hoy los jóvenes están más informados que nunca, pero otro lado, parece que algunos son insensibles al dolor ajeno. Se debería establecer una reflexión serena sobre asuntos de la máxima complejidad como son estos casos.
¿Acaso la pena de muerte, por ejemplo en Estados Unidos, ha hecho disminuir los casos de delitos de asesinato? La respuesta es que no. En política penal lo excepción no puede convertirse en normal. Una cosas es el Estado de derecho y otra las opiniones de los actores inmediatos a esos sucesos. Podemos entender la desesperación y sufrimiento de los padres de las niñas violadas y su necesidad que se haga justicia. Afortunadamente, estos sucesos son noticia de primera plano en según que medios, porque son excepcionales. ¿Existe alguna relación en el hecho que estos actos se hayan realizado después de iniciado el período de vacaciones escolares?
En otro orden de cosas, el caso Gürtel sigue su peregrinaje jurídico-mediático. Veremos a dónde nos lleva. La verborrea de la alcaldesa de Valencia está llegando a cotas insufribles. ¿El rey debería devolver los regalos de los mandatarios de otros países? ¿Se puede equiparar esos regales de estado, o institucionales, a unos regalos de una "presunta trama corrupta"? La señora alcaldesa debe pensar santa Rita..... no se quita.
Diálogo social. Esta última semana los agentes sociales y el gobierno han representado un triste papel. En medio de la crisis más profunda que se recuerda en el orden económico -parece que de esta crisis nadie sabe sacar las consecuencias adecuadas-, los agentes sociales no han sabido o querido llegar a un acuerdo. La sociedad debería replantearse ¿por qué no se ha llegado a algún acuerdo sobre las relaciones laborales: jornada laboral, productividad, protección social, jubilaciones, etc,.?
En tiempos de sequía informativa nos acompañan un año más los fuegos que devoran nuestros arboles y campos, y, que para unos es su sustento y para nosotros el paisaje que embellece nuestra geografía. En Cataluña la muerte de cinco bomberos y un herido gravísimo es recordatorio de la destrucción que provoca los incendios. Hay medios y prevención -seguramente nunca es suficiente-, pero los incendios del verano son una pesadilla que reaparecen año tras año. Enfrentarse el fuego requiere de valor y servicio a los demás, los bomberos y las fuerzas auxiliares que los acompañan son todos ellos nuestros heroes en tiempos donde se critica la falta de valores. Pues ahí están ellos para desmentirlos.
En clave catalana, el conseller Saura nos ha dicho que no se presentará a la reelección. Vale. Al menos durante unos minutos han sido -como partido- los protagonistas. ¿Qué queda de una izquierda que quiere ser nacionalista, ecologista y no sé cuantas cosas más?
Por último, los franceses siempre han tenido olfato, pero oído musical nunca lo han tenido, o sino que se lo pregunten a Alberto Contador. Es natural que los franceses no se acostumbren al himno español, al fin y al cabo, Indurain, Pereiro, Contador (2) y Sastre han vencido en la vuelta francesa; no solamente no tienen oído, además no tienen memoria. Seguramente, el próximo año Contador volverá a subir al podio, ¿qué sorpresa nos prepararán nuestros vecinos?