El nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, acaba de anuciar que vuelve sobre el 11-M. El fiscal general recorre todos los quioscos para enterarse de lo sucede en nuestro país. También es un adicto a internet. Busca en las páginas serias de los medios de comunicación noticias con las que abrir nuevas causas para la justicia. Ningún desaguisado sin investigación. Y ahora, se vuelve sobre unos hierros que al parecer son la clave que permita SABER TODA LA VERDAD sobre el 11-M.
La fuente para poder reabrir el caso del mayor atentado en la historia de España, caso ya juzgado y sentenciado, es el último baluarte de la reserva espiritual que hay en España. Los justicieros quiere corroborar su tesis, desmentida por los hechos, de que los atentados fueron obra de ETA. Si cualquier medio logra del fiscal general que reabra un caso, ya puede ir preparándose para la avalancha de casos que se le van acumular al señor Torres-Dulce.
Si da pábulo a las obsesiones de una página en internet, ¿por qué no darlas a cualquiera que denuncie sobre corrupción, etc? No habrá paz para Torres-Dulce, porque el fiscal, juez y parte se esconde en una página de internet y cree que está en posesión de la VERDAD, y mietras que los hechos desmientan su obsesión, seguirá denunciando a cualquiera que no siga sus instrucciones y no corrobore su tesis paranoicas.
