Los acontecimientos se precipitan en la dirección de lo peor. El problema es que mañana no se esperan atisbos de mejora. Suerte de las vacaciones que dejará momentáneamente un respiro para un retorno lleno de malos presagios. Más recortes, más pesimismo, una más que posible intervención de Bruselas, movilizaciones sociales para hacer oír la voz de la ciudadanía que está siendo ninguneada por el gobierno y por las instituciones europeas.
Sin ir más lejos, hoy se convalidarán los Decretos-leyes para instauran los recortes y las subidas. ¡Jamás subiremos el IVA!, dijeron los que hoy nos gobiernan, asegurándonos que todo lo que hacen es por nuestro bien. Un paternalismo insufrible, que se remacha con afirmaciones surrealistas como las pronunciados por el Rey en su viaje a Rusia: “Otro en mi lugar estaría de baja, pero yo tengo que currar”. ¡Genio y figura!
Siria se desangra. El atentado de ayer contra la cúpula militar-represora es un nuevo peldaño en la escalada de guerra civil que se vive en ese país. Me da miedo lo que puede hacer un régimen tiránico como este. Es evidente que en el atentado han debido participar personas cercanas al ministro de defensa y a los servicios secretos. Eso significa muchas cosas, pero una es segura, la población civil será quien reciba de manera inmediata las consecuencias de ese atentado.
El gobierno de Siria podrá afirmar la existencia de un complot contra el Estado, mientras las “comunidad internacional” se lo mira con el clásico desdén olímpico. Para solventar ese problema lo mejor será irse a Londres para ver la inauguración de los juegos olímpicos de Londres 2012.