La campaña electoral agota sus últimas horas. Parece que la suerte esta echada. CiU se ve otra vez en su casa. Unos "okupas" han estado alojadas está legislatura dónde jamás debieron estar. El sentido patrimonialista de CiU es insufrible. Los "okupas" del Palau de la Generalitat están a la greña. El PSC echa todas las culpas a los "otros socios". Ahora viene a decir que es por culpa de ellos que tienen que marcharse.
La campaña acaba como empezó. Nadie ha dicho nada digno de recordar. Todo morralla. Excesos retóricos y gestuales. En el fondo esconden el papel periférico que estas elecciones esconden. En mundo globalizado Cataluña no es más que una pequeña parcela. Los problemas políticos están en otras latitudes. Lo peor no es esto, sino que nos hagan creer que desde aquí se puede dirigir las cuestiones pendientes. Si Irlanda tiene que hacerse el harakiri para que los bancos sigan a flote, ¿que peso tiene entonces Cataluña?
La capacidad de maniobra es tan limitada que nuestros políticos deberían tener la honestidad de decirnoslo. Quien gobierna ahora mismo los hilos es fundamentalmente Alemania, al menos en la vertiente europea. Hay otros actores, por ejemplo el BCE, pero el peso específico de Alemania es determinante. Pero Alemania sólo mira por sus propios intereses. El dogma de reducir la deuda en la zona euro ha sido catastrófica. Primero Grecia. Se dijo que el caso griego era excepcional. Se abrió una brecha que nunca hubiera debido abrise. Ahora Irlanda. No cuento con Islandia porque no pertenece a la zona euro. Los ajustes que se anuncian son draconianos. ¿Puede una sociedad asumir tales costes sociales?
Todos los "analistas" con la boca pequeña nos dicen que Irlanda no es España. Pero abierta la grieta el siguiente es Portugal. Naturalmente, el gobierno portugués nos dirá por activa y por pasiva que Portugal nada tiene que ver con Irlanda. Pero desgraciadamente el mal está hecho. Alemania espera que antes que llegue a su territorio esa "grieta" tendrá que pasar por otros países, por ejemplo, España.
La ventaja es que no soy "analista económico". Los gobiernos occidentales han taponado los agujeros de los bancos que con sus malas prácticas han llevado al borde del colapso económico. Se habló del saneamiento de las entidades financieras, incluso, se habló de la necesidad de reformar el capitalismo - Sarkozy-, pero lo único cierto es que son los ciudadanos quienes acaban pagando las facturas del sistema financiero. ¿No resulta contradictorio que el pago de la deuda se eleve porque los inversores no tienen confianza en ese emisor de deuda que es el Estado? ¿Quién garantiza que podrán cobrar? ¿Puedo seguir subiendo la prima de emisión para colocar esa deuda? ¿Por qué no la emite el BCE? ¿No habíamos quedado que sólo hay una moneda? ¿No habíamos quedado que sólo una política común europea? La culpa naturalmente es de los propios gobiernos que no son capaces de plantear seriamente los problemas de fondo.
¿Hasta cuándo nuestros gobernantes no empezarán hacer los deberes? Los ciudadanos deberíamos exigir a nuestros gobernantes que nos dijeran lo que hay, aunque fuese malo. Pero que no nos sigan mintiendo. Si tenemos que apretarnos el cinturon no vale decir que sólo los de las rentas del trabajo sean los que pagen. Hay una responsabilidad de todos, pero el problema no puede esperar más nos estamos jugando el Estado del bienestar. ¿Acaso hay algo mejor fuera de ese marco?