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divendres, 7 de juny del 2019

Reflexiones intempestivas


“Cuando perdemos a los padres se nos llama huérfanos. Cuando perdemos al cónyuge se nos llama viudos o viudas. Pero cuando perdemos a un hijo no tiene nombre.” (pág.380)

Guillermo Saccomanno, Cámara Gesell, Círculo de Lectores, Barcelona, 2013.

dijous, 6 de juny del 2019

Inicios fulgurantes (VIII)

“Esta noche, hipócrita lector, mi semejante, mientras estás empezando a leer este libro, novela, cuentos, crónica como más te guste llamar estas prosas, migas de la nada, esta noche de helada, el mar tan cercano y ajeno, ahí nomás, en esta Villa, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, qué más da, en cualquiera de los meses fuera de temporada, acá, en su chalet del Pinar del Norte, alguien, un mecánico, en una casa de chapa de La Virgencita está fajando a su mina, (…)

Guillermo Saccomanno, Cámara Gesell, Círculo de Lectores, Barcelona, 2013.


divendres, 31 de juliol del 2015

dissabte, 27 de desembre del 2014

Cámara Gesell

Reseñas

Cámara Gesell, Guillermo Saccomanno. (Seix Barral) Ed. Círculo de Lectores, Barcelona 2013.

La obra podríamos resumirla con las palabras de J.L.Borges cuando dice: “Es una obra abarrotada de destinos humanos, casi todos trágicos¨ (pág.783)” (Miscelánea, ed. Debolsillo, Barcelona, 2011). El comentario de Borges es tan exacto y certero, que ahora mismo, debería dejar de seguir escribiendo. Sin embargo, la obra de Saccomanno es una historia entrecruzada de vidas humanas cuyo eje conductor es Dante que es la Voz de la ciudad, una voz que querría ser más libre pero que como todos está mediatizada por fuerzas que escapan al control de nuestros deseos.



Cámara Gesell, es un experimento, donde la sociedad argentina y por extensión cualquier sociedad se expresa como son y somos en la órbita  de una pequeña ciudad. Micro-macro-cosmos. Poder y corrupción son el lubricante que hace que la ciudad balneario funcione. Deseos y pasiones se entremezclan sin solución de continuidad. Violencia, sexo, racismo, caza de brujas, tráfico de influencias, corrupción política, infidelidades, sueños, realidades amargas, y un sin fin de peripecias a medio camino del reportaje periodístico y la novela negra.

“Guarda, no te pasés de moralista: no somos gente jodida. Somos humanos. Y como todos, tenemos nuestros defectos. No se puede estar el día entero pensando en los ortitos sangrantes de los nenes, las tripas colgando de los acuchillados, la sangre manando de los baleados, los fetos húmedos tirados en los pastizales, los moretones de las mujeres golpeadas, el espanto y la humillación de las violadas, el asesinato a martillazos de los jubilados robados, los cuerpos en llamas de los pobres cabezas en el incendio de una tapera. Si te das manija, estás frito. Para vivir hay que saber olvidar” (pág.577).

Hay un elemento a tener en cuenta. El castellano se transforma  en una eclosión “castiza” de expresiones argentinas que no siempre es fácil seguir. A pesar del desconcierto inicial la novela se deja leer con interés creciente.

La novela deja traslucir toda una serie de reflexiones que dan que pensar. Transcribo algunas de ellas:

“ Un país que ha tenido campos de concentración está podrido hasta el tuétano. Somo todos gusanos” (pág.166)

Hace unos días que frente  a nuestra costa empezó a incendiarse un barco pesquero. (...), de noche impresionaban esas llamas surgiendo del mar. Como si se pudiera hacer una fogata en la superficie del océano.” (pag.180)

“Todos queremos entrar al paraíso, somos capaces de todo con tal de entrar. De joder a los que están adelante, en la fila. Y después, cuando estamos frente a la puerta, si está cerrada, timbreando o a las patadas, vamos a intentarlo. Hasta que nos damos cuenta de que la puerta se abre hacia fuera. Y ya es tarde.” (pág.249)

“Aprendé del silencio que siempre está escuchándote.” (pág.281)

“Más que una Villa esto parece una reserva africana donde las hienas son una    especie protegida. Todos somos fieras carroñeras. Y encima nos reímos.”(pág.281/2)

“El cielo es el soborno de Dios.”( pág.338)

“Cuando perdemos a los padres se nos llama huérfanos. Cuando perdemos al cónyuge se nos llama viudos o viudas. Pero cuando perdemos a un hijo no tiene nombre.” (pág.380)

“Según el National Geographic, (...), la yerba mate es una infusión amarga que fascina y estimula a los habitantes del Cono Sur. Lo que explicaría mucho de lo que nos pasa. Demasiado estímulo.” (pág.387)

“Todavía sigue con ese chiste el viejo Nazar: Soy tan dulce que Dios me castigó haciéndome diabético.” (pág.398)

“Pero cuando el ser querido ha muerto, qué sentido tiene quedarse. Si uno quiere acompañarlo, lo único que puede hacer es quitarse la vida” (pág.551)

“Si todos nos creíamos el caso de los abusaditos, es porque muchos albergan entonces una fantasía proyectiva que los vuelve todavía más mierdas.” (pág.565)

“De pronto le vienen unas súbitas ganas de cagar. Y cuando se tiene que limpiar el orto agarras el diario. Ése, con suerte, será el destino de todo lo que hicimos y hacemos, nuestras canalladas espontáneas y nuestras redenciones tardías, la memoria de nuestra presunta grandeza y la culpa enterrada en cada conciencia, lo que quedará de nuestros desgarramientos en nombre de la pureza violada.” (pág.566)


Acabo, la obra es potente, seduce  y conmueve por la trama de humanidad que atraviesa la novela. Los hilos de las historias se entremezclan, a través de uno de los hallazgos de la novela. Los Kennedy. Así llamados porque son los que cortan los hilos de la Villa. Nada ni nadie se mueve sin el visto bueno o malo de ellos. Ellos y ellas mandan. Cada uno tiene  como todos su propio infierno, pero como dice en el texto:

“En alguna parte leí que la estrategia de sobrevivencia en el infierno consiste en elegir a quien es menos infierno. Estrategia oportunista, digo. Si hay que arder, que arda todo. Como decía aquel que citaba a un poeta mientras incendiaba una ciudad: Dejemos hablar al viento. Que silbe fuerte hasta convertir este lugar en una quema. Achicharrados, oliendo a basura. Acaso merecemos un destino mejor, eh”. (pág.579)

Novela negra, negrísima para describir en crudo una sociedad humana donde lo inhumano se hace cotidianidad, y donde la virtud solo puede ser vista por el microscopio.


“Lo que todos sabemos de todos, como es previsible, siempre es más de lo que sabemos de nosotros mismos. (...) Yo no soy el que te pensás. Yo no soy el que denunció al vecino a la Municipalidad por esa pared ilegal. Yo no soy quien le dejó esa marca en la cara a la nena. Yo no soy el que se mueve a tu cuñada. Yo no soy el que te envenenó al perro. (...) Yo no soy el que se cojió a mi sobrinito. Yo no soy. Y nosotros sabemos que no somos nosotros porque no sabemos nada de nosotros”. (pág.520)