Ayer tuvo lugar en el Juicio al independentismo, una aproximación a lo que será la sentencia. El Magistrado Marchena, dio un recital de lo que no debe ser un Presidente de un Tribunal. Su distinción entre percepciones emocionales y perceptivas -"miradas de odio"-, será objeto de profundas reflexiones en el ámbito de la psicología. Su prepotencia y falta de consideración de los testigos de la parte defensora fue proverbial. La justicia no debería ser la que imparte del Magistrado Marchena, porqué es de baja calidad democrática, vivimos en una sociedad que acepta este juicio como algo normal y además se pueda mantener en prisión preventiva a los representantes de la ciudadanía catalana. ¡No es normal todo lo que sucede!
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