Los norteamericanos votan, y ¿qué?. ¿ Acaso
mejoraran nuestra maltrecha dignidad? ¿Acaso esperamos que solucionen nuestros
problemas? Podríamos llenarnos la boca...... pero acaso importa.
El drama en Madrid debería hacernos pensar en la
fragilidad de la vida. El cúmulo de fatalidades –negligencias, omisiones,
irresponsabilidad, etc.- dan como resultado que unas jóvenes (4) que van a una
fiesta acaben muertas. Inmediatamente el Ayuntamiento descarga toda la
responsabilidad. TODA. Pero el local era de titularidad pública. Los abogados
se frotan las manos ante tamaño reto jurídico. Y en medio del drama, aparece el
padre de una de ellas para declarar que si Dios la quiere con
ellas así sea su voluntad. No sé si todos los familiares de las demás víctimas
pensaran lo mismo. Cada uno llevará ese desastre como mejor sepa llevarlo.
Su nombres eran: Belén, Katia, Rocío y Cristina. Desde esta página mi solidaridad en un dolor incomunicable.
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