Esta semana ha sido pródiga en declaraciones y gestos vacíos para una galería cada vez más escéptica. Primero los pepinos. Me gustaban pero con la edad me repiten y he dejado de comerlos. Desde Alemania se dijo que estaban contaminados. La bacteria E.coli (Escherichia coli enterohemorrágica) es la causante de las 18 muertes que ha causado. Al parecer dicha bacteria ha mutado y se ha convertido en un auténtico peligro para la salud pública. Los demás países hicieron llamamientos de cara a su galería. El resultado ha sido pérdidas millonarias en el sector agrícola, especialmente en Almería. Se han visto imágenes en las que se destruían grandes cantidades de hortalizas. ¡Cómo se puede malbaratar en época de crisis! Se podía haber donado a hospitales y residencias, pero no, la lógica del mercado indica que para mantener los precios, ahora que hay excedente –antes iba al exterior- simplemente se destruye. ¡No hemos aprendido nada de nada!
Esperemos que la bacteria E.coli puede ser controlada. Porque su mortalidad es una auténtica amenaza a la salud pública. Además, las secuelas que produce son igualmente graves, pues, afecta a los riñones.
Después Rajoy se ha dignado a hablar, no en sus mítines, sino delante de los medios de comunicación en rueda de prensa abierta. Es decir, con preguntas y respuestas. ¡Menuda transparencia! Y ¿ qué ha dicho Rajoy?
Las propuestas de Rajoy son un brindis al sol. Queda claro dos: 1) Centralización y reducción de la autonomía de las CC.AA y por otro lado, nada de aumentar impuestos 10. a). Las recetas de transparencia y reducción de gastos no parece creíble dado que el PP gobierno en diferentes CC.AA y no se ha aplicado el cuento que ahora tratan de contarnos. Por supuesto, los recortes en todos los órdenes –desde el sector público hacia el privado- no se ha dicho pero queda claro. En su intervención en Sitges de este viernes delante del Círculo de Economía dejo entrever que :“Tendremos el Estado del bienestar que podamos permitirnos”. ¡Quedamos avisados!
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