dilluns, 10 d’agost del 2020

Reseña: Primera Guerra Fórmica (I)

He acabado el tercer volumen  de la saga de Orson Scott Card y Aaron Johnston, La tierra desprevenida," Primera Guerra fórmica I”. Esta saga es un preámbulo a la novela  “El juego de Ender”. 

Hacer un a sinopsis  es demasiado, pero resumiendo al máximo , si está al alcance de mis posibilidades. 

La tierra desprevenida  (Ediciones B, 2013) [A]
La tierra en llamas (Ediciones B, 2014)[B]
La Tierra Despierta (Ediciones B, 2018)[C]



[A]

La tierra desprevenida. 

¿Qué sensación tienes de soledad en pleno espacio? Los protagonistas de esta primera entrega, se sitúan en el cinturón de Kuiper, que está a unos tranquilizadores 50UA del sol. La Unidad Astronómica es la distancia entre la Tierra y el Sol. La UA mide aproximadamente 149 597 870 700 m. 



¿Se imaginan esa distancia multiplicada por 50? La novela, explica las peripecias de una nave minera independiente, en la que un grupo de mineros y sus familias viven en una completa monada de humanidad. Son originarios de Venezuela, pero muchos de sus habitantes, jamás han estado en la Tierra. Viven en un mundo reducido en medio del vacío espacial. La Cavadora es su nave y su hogar. No pueden esperar ayuda ninguna, cuando hay problemas que resolver.

La habilidad de O.Scott Card, siempre ha sido las relaciones humanas, sus emociones y pasiones, sus pensamientos y sus acciones. Las interrelaciones entre los personajes son siempre uno de los ejes centrales del escritor. ¿Cómo vivir en una monada cerrada con una pluralidad de personalidades diferentes en una continua interacción?

No pueden escapar de la Cavadora, no hay donde ir, porque el espacio es frío y mortal. Se nos hace casi imposible comprender lo que debe ser vivir en total aislamiento, viendo nuestra estrella, en una distancia inconcebible para nuestros parámetros humanos.

Los mineros de la Cavadora – el protagonista, Víctor Delgado- son independientes, de hecho viven al margen del mundo organizado, y la Cavadora se las tendrá que ver que el ansia de poder de las corporaciones mineras, y entre todas, destaca la omnipresente Juke Limited. Unos de los personajes que irá adquiriendo preponderancia en la trilogía es Lem Juke a bordo de la nave  Makarhu, que busca un lugar al sol, fuera de la sombra alargada de su padre. La Cavadora y la Makarhu, se enfrentarán, cada uno por motivos diferentes, por la posesión de una asteroide. Sin embargo:

“—El Ojo detectó algo —dijo Edimar—. Un movimiento en el espacio profundo. He repasado los datos docenas de veces, y la única explicación que puedo ver es que se trata de algún tipo de nave espacial que decelera después de casi haber alcanzado la velocidad de la luz.”. 

A partir de ahí, la acción empieza a acelerarse. ¿Cómo explicar lo que no se cree? Las distancias son inconcebibles, los medios de comunicación no son instantáneos, el escepticismo ante lo imposible empuja a rechazar cualquier mensaje que nos contradiga. ¡Alienígenas en dirección a la Tierra! 

Los personajes se van perfilando a lo largo de la novela, los perfiles morales son siempre del agrado de Card. El bien y el mal se entremezclan de manera inevitable. 

La Cavadora y la Makarhu se convertirán en aliados forzosos ante la nave alienígena. El choque no será inocuo. La muerte y la destrucción son los heraldos de la nave que viene de las estrellas. Los humanos han luchado contra esos seres que parecen hormigas (fórmicos)  y no tienen buenas intenciones.


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diumenge, 9 d’agost del 2020

Juan Carlos aterriza en Abu Dabi, de momento...

España se ha convertido en un oasis de apatía y abulia generalizada. El rey emérito Juan Carlos, se ha marchado –huido- de su queridísima España, sólo es motivo de charlas amenas sobre su posible destino final. Nadie parece discutir sobre el asunto de fondo. En el art.56.3 nos marca el blindaje del monarca, sin embargo, el art.64 marca a quien hay que imputar los desmanes del monarca. Es el Presidente del Gobierno quien refrenda los actos del Rey. Que no se haya enterado del enriquecimiento ilícito, no exonera de la responsabilidad. ¿Nadie sabía lo que pasaba en la Zarzuela, ni en la Moncloa?

Nadie parece escandalizarse de los desaguisados del Rey emérito. Las instituciones gubernamentales se han puesto al servicio de una defensa numantina de su figura. Vivimos tiempos tan extraños, confinamientos, Covid-19 que lo tapa todo, que la sociedad española, parece que no le importa demasiado lo que suceda en las altas esferas. 



La bandera republicana no es enarbolada por nadie, y quien debería, por ejemplo, Podemos, se muestra en un perfil bajo, rayano en la desvergüenza. Que el Rey emérito confundiera España de manera patrimonial, como una finca particular, no es sólo un vicio de los Borbones, es también patrimonio del régimen que lo hizo posible, el franquismo. Existen tantas complicidades en este asunto, que todos son responsables por acción u omisión.


                                           

El Rey emérito parece que ha puesto pie a tierra en Abu Dabi, Emiratos árabes, tierra acogedora para los que buscan un paraíso (refugio) dorado. El Rey no devolverá ni un céntimo de las presuntas mordidas, pero el Presidente del Gobierno correspondiente es responsable, y por extensión el Estado. El propio Estado hará lo imposible para que todo este asunto impropio de una sociedad moderna salga a relucir nada de lo que haya sucedido. 




¡Suerte de la princesa Corina zu Sayn-Wittgenstein que podemos saber algo –sólo lo que le afecta a ella- de todo este turbio y escandaloso asunto.! Siempre nos quedará a la familia Pujol y su 3%. Desde Abu Dabi se oye la risa del motor de la Transición. 





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