dissabte, 9 de gener del 2010

Vic: laboratorio independentista (I)

Vivimos tiempos confusos. La inmigración es un nuevo reto al que hay quedar respuesta. Cuando no había inmigración España se ufanaba de ser un país de acogida. La década de los 60 España se convirtió en un país en el que la opción de la inmigrción se hizo realidad. Tanto daba si era legal como ilegal o alegal (Blanca Sánchez Alonso). El caso era salir de una situación de falta de perspectiva vital y económica.




La historia le gusta recrearse así misma. España ya no es el punto de partida para ir a Francia, Alemania, Suiza, Holanda, etc., hoy, se ha convertido en lugar de destino. Las cifras son elocuentes: En 1981, los extranjeros censados eran 198.042. En el 2000 eran 923.879; en 2005, 3.730.610 y en el 2009 la cifra es 5.598.691 que representa el 12% de la población. Probablamente la cifra total de la inmigración sea mayor, si agrupamos los censados y los que no lo están.

España desde el 2000 ha experimentado en desarrollo económico extraordinario. Ahora vemos que su desarrollo se asentaba sobre bases poco sólidas. El crecimiento en el sector de la construcción creó las condiciones para una demanda cada vez mayor de mano de obra poco cualificada. Las cifras de la inmigración demuestran la necesidad de mano de obra que era necesaria. Desgraciadamente, la crisis financiera mundial y nuestra propia estructura económica basada en la construcción y el sector servicios, ha desencadenado un auténtico terremoto en el mercado laboral. Las cifras del paro cercano a los cuatro millones de parados son un recordatorio de un crecimiento ficticio. Ahora, todo son lamentaciones. ¿Qué hacemos ahora, cuando el paro afecta a tanta gente? ¿Buscamos culpables? ¿Podemos lanzar nuestros dardos acusadores al sector financiero? ¡No! La respuesta se ha de buscar en el eslabón más débil. Y aquí entra la inmigración como chivo expiatorio de todos nuestros males

El gobierno, a través de las sucesivas leyes de inmigración intenta restringir el acceso de los inmigrantes. ¿Cuántos inmigrantes podemos absorber en situación de paro galopante? ¿Deberían volver a sus casas? ¿Podremos volver a llamarlos cuando los necesitemos? ¿Es razonable pensar en esos términos?

Cataluña ha sido uno de los destinos de la inmigración. De los clásicos seis millones de la era Pujol se ha pasado a los 7.364.078 en el 2008 (INE). La cifra probablemente habrá aumentado ligeramente. España cuenta con 46.745.807 en el 2009 (INE). Es decir, en Cataluña hay un 15,7% de población inmigrante. Las comunidades donde se ha producido mayor aumento de extranjeros en términos absolutos durante el año 2008 son Cataluña (80.402), Andalucía (44.814) y Comunidad de Madrid (37.752) (INE).

Los datos están ahí. la cuestión central es de carácter político,económico, pero especialmente de orden cultural. Asimilación e integración cultural, racial, social como ideal de absorción de lo diferente en un conglomerado "homogeneo" o bien reivindicación de las diferencias al modo del modelo multiculturalista. Las reacción a esta nueva situación deberían ser motivo de reflexión y debate político. ¿De qué tenemos miedo?



Las cifras nos dicen que el origen de la inmigración corresponde a la siguiente distribución geográfica: Unión Europea el 40%, África, el 17,8%, América del Sur el 28,1%. La pregunta parece retórica, ¿de qué tenemos miedos? El 40% de la inmigración corresponde a la Europa de los 27. Habría que preguntarse ¿por qué de esos miedos? ¿Tampoco seguros estamos de nuestra identidad? La noticia en la TV debería ser que somos invadidos por los europeos.

diumenge, 13 de desembre del 2009

Catalunya és diferent

El 13D se ha convertido en la fecha clave de un festival nacionalista a lo largo y ancho del mapa de Cataluña. Incluso en la localidad que vivo también se ha celebrado el happenig político. No he ido para no aumentar aún más el desaguisado.



En los telediarios ha aparecido como una noticia de portada. No hay validez legal, pero a sus promotores no les importa lo más mínimo. La participación es de un 30%. No sé si es poco o mucho. Más bien parece poco, pero todo esto siempre es discutible. Supongo que habrá zonas más próximas a CiU y ERC en el que la participación habrá sido más elevada. Veremos los resultados.






Los Ayuntamientos se supone que no podían dar cobertura a una ilegalidad como es está. Pero lo cierto es que desde la Generalitat -que es también gobierno-, no parece que el asunto les haya preocupado. Debería haberse preocupado, pues, en el fondo están minando la propia legitimidad de una institución que se sustenta en la Constitución.



El happening independentista a cogido al President de la Generalitat en el metro. El lugar parece escogido por una mano invisible malévola, Santa Coloma de Gramanet, foco de un presunto caso de corrupción política en el que se incluía al Alcalde del PSC. En unas declaraciones crípticas ha intentado hacer analogías entre el metro y la política. El resultado de tales analogías ha sido cuando menos poco clarificador. Un gobierno de la Generalitat con tres cabezas de hidra. Cada cual con capacidades de ventrílocuo que les permite ejercer el gobierno y a la vez hacer oposición al propio gobierno. Una auténtica novedad en el orden político.



Lo bueno de Cataluña es que también se ha dado otro happening. Éste de carácter solidario: La maratón de TV3. Aquí los catalanes, todos, hacen piña para causas solidarias: este año sobre enfermedades minoritarias. El éxito de esta empresa está asegurado. El dinero recaudado se utiliza y canaliza a través de instituciones de investigación para llevar proyectos concretos sobre estas enfermedades.



Se decía que España es diferente como lamento frente a Europa. Habrá que empezar a pensar que algunos partidos políticos y entidades sociales quieren ser diferentes. Están en su derecho, pero no deberían pensar que todos los catalanes anhelamos una Cataluña independiente.



En otro orden de cosas, el caso Haidar sigue su dramático curso. ¿No ha podido abandonar el aeropuerto de Lanzarote? La respuesta es que esta retenida en dependencias del aeropuerto. Decía Monquestieu que incluso la virtud debe tener límites. Pues bien, en este caso deberíamos aplicar ese dictamen. Vida o muerte he ahí el dilema. La izquierda a falta de mejores causas busca otras para enarbolar causas y ha encontrado una. Cuando acabe está buscarán cualquier otra causa. Como no vivimos en el mejor de los mundos posibles desgraciadamente hay suficientes causas para recoger la antorcha.



Haidar quiere y está dispuesta a pagar con su vida que España se haga cargo de solucionar todos los problemas: independencia del Sahara occidental. Pero España no puede actuar porque el asunto está en manos de la ONU. Marruecos no piensa hacer nada que vaya contra sus propios intereses y la comunidad internacional no moverá una coma de la situación actual. Que lejos estamos cuando el pueblo saharaui contaba con representación en las cortes franquistas. En el NODO se les veía siempre tan exóticos, pero eran otros tiempos. La izquierda veía a esos representantes –colocados por el régimen- como marionetas. ¿Qué es el Frente Polisario? Su ubicación en Argel como paraíso terrenal deja mucho que desear. Un país donde una guerra civil larvada se ha llevado a cientos de personas es el oasis de un pueblo expulsado por Marruecos. Hay que recodar que el Frente Polisario ametralló a un pesquero español matando a uno de sus tripulantes, ¿se había olvidado? Representaciones imaginarias de un pueblo que vive al abrigo de un gobierno igual o peor que Marruecos.



Haidar quiere morir y hay un coro de maximalistas que quieren ese espectáculo. No le dejan entrar en Marruecos. España tiene demasiados intereses económicos en ambos países. Argelia es nuestro suministrados principal de gas. Marrueco es escenario de fuertes inversiones españolas. ¿Haidar y su causa es tan importante como para poner en cuestión los intereses en juego? Alguien pensara que hablo desde el cinismo. Se equivoca. Pero deberíamos dejar de pensar en términos de vida o muerte. Los héroes y los mártires no parecen las compañías más adecuadas en los tiempos en que vivimos. Un poco de pragmatismo, de mesura ante tanta desmesura nos iría bien a todos, o en todo caso, no haría daño. ¿Acaso alguien piensa que Marruecos le importa si vive o muere la Sra. Haidar? Es necesario un toque de realismo. Aunque sea táctico. Lo contrario, el caso Haidar acabará de la peor manera posible. ¿Es pensable que el gobierno español intente una maniobra para dejar en tierra de nadie a la Sra. Haidar? Desgraciadamente, se ha hecho con muchos inmigrantes. Se los deja en tierra de nadie. Su caso al tener una dimensión mediática hace que dicha opción sea difícil de llevar a cabo. El asunto puede acabar con la propia vida de la Sra. Haidar que parece bien dispuesta a llevar sus amenazas hasta el final. ¿Quiere más su causa que a sus hijos?. El gobierno español está acabándosele la paciencia, pues, su papel es imposible. Pretender que la lleva a casa –Sra. Haidar-, y por otro el reconocimiento e independencia del pueblo saharaui es simplemente imposible. Marruecos podría darle el pasaporte para poder entrar en El Aaiún, pero de momento juega la baza de no mover ficha a la espera de posibles pagos por parte del gobierno de España.






En ese coro de almas virtuosas Cayo Lara ha expresado su deseo que el Rey medie en el conflicto. IU es un partido atípico donde los haya. La política es asunto del gobierno, el Sr. Cayo Lara debería leerse la Constitución para saberlo. ¿Tan poco confía en la habilidad del gobierno? Acabo, deberíamos rechazar ese delirio de virtud que quiere representar a la Sr.Haidar.






¡Basta de virtuosismo Sra.Haidar!