dilluns, 31 d’agost del 2015

Psicopolítica (III)


Cap.3 El topo y la serpiente

El presente capítulo trata a través de la metáfora del topo y la serpiente, el contraste entre el poder disciplinario y el neoliberalismo actual.

Empieza afirmando que “el poder disciplinario consiste en entornos e instalaciones de reclusión. La familia, la escuela, la cárcel, el cuartel, el hospital y la fábrica representan estos espacios”. M.Foucault ha sido el responsable de pensar esos espacios donde los individuos eran adiestrados para ser dóciles. La imagen que propone Han para esos entornos es el topo. La imagen del topo no es precisamente nueva. Marx, en su obra más fresca y llena de matices, como es El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte (1), afirmará lo siguiente: (...) Y cuando la revolución haya llevado a cabo esta segunda parte de su labor preliminar, Europa se levantará y gritará jubilosa: “¡bien has hozado, viejo topo”. La expresión aparece en Hamlet, acto I, escena quinta (2). El texto habla del derrocamiento del poder ejecutivo.



Han, proyecta la figura del topo como “el animal de la sociedad disciplinaria”. Es decir, de los espacios que anteriormente había enunciado. Al decir, de Han el topo, no es adecuado para los tiempos que corren, pues, “su carácter cerrado y rígido, no es adecuado a las formas de producción inmaterial  y en red”.

Si el topo es lo obsoleto, ¿quién ocupa su lugar? Para Han, la figura de la serpiente, es la adecuada a los nuevos tiempos que corren. Si el topo es el trabajador de la era sólida, la serpiente “delimita el espacio a partir de su movimiento. La serpiente es un empresario”.


Siguiendo a G.Delueze, Han contrapone, el régimen biopolítico, propio de las sociedades disciplinares, cuya figura emblemática es el topo, y en el que se centra especialmente el cuerpo como objetivo prioritario, a las sociedades neoliberales, cuyo modelo es la psicopolítica, no le interesa tanto el cuerpo como el “alma”. Por ello, “la motivación, el proyecto, la competencia, la optimización y la iniciativa son inherentes a la técnica de dominación”. La serpiente se mueve en terreno fronterizo, no hay límites, porque no hay contextos. Cada “sujeto del rendimiento” (Han), es un empresario, que como la serpiente, busca sus objetivos al margen de los demás. Para Han, siguiendo la estela teológica afirmará que "la serpiente encarna sobre todo la culpa, las deudas que el régimen liberal establece como medios de dominación". 

Si como afirma Han, el neoliberalismo, se afianza a través de la deuda, no hay que ser un visionario para comprender la importancia que adquiere cada vez más, lo que sucede con el mercado de la deuda. Los países son hoy objeto de dominación, precisamente, a través de sus deudas. Caso paradigmático: Grecia.


Nota:

(1) K.Marx. El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. ed. Ariel, Barcelona, 1985,VII. pág.141-2)
(2) W.Shakespeare. Hamlet. príncipe de Dinamarca. Acto I, escena quinta, OC. Aguilar,Madrid, 1992. vol.II pág.234.


El PSOE seduciéndo a Cataluña


dissabte, 29 d’agost del 2015

¡Fiscalía busca un folio!


Psicopolítica (II)

Poder inteligente (smart)

El presente apartado, trata de afirmar una idea que se nos hace difícil de aceptar. El poder no es solamente, violencia y opresión. Esta imagen debe, según Han, mucho a la imagen del la sociedad disciplinaria, que M.Foucualt, hizo de ella, especialmente, en su obra Vigilar y Castigar. Aferrarnos a ella, viene a decirnos Han, no permite comprender la mutaciones actuales, y por tanto, no podemos ni denunciar ni cambiar el nuevo modelo neoliberal.

Si en el modelo de la sociedad disciplinaria, o sólida, el poder se expresaba a través de la represión, en el nuevo modelo el “poder está precisamente allí donde no es tematizado. Cuanto mayor es el poder, más silenciosamente actúa". Han no pretende decirnos, que el poder no combine los dos modelos, dependiendo de la situación geopolítica. En las sociedades avanzadas, el modelo neoliberal está presente. Porque este nuevo poder no se opone a la libertad, al contrario, es permisivo e “incluso en su amabilidad, depone su negatividad y se ofrece como libertad". Sin embargo, esa libertad es precisamente la trampa mortal que nos ofrece el neoliberalismo.



Si en el modelo de la sociedad sólida se exigía sumisión, ahora lo que se requiere en el sociedad neoliberal es el cuidado que el poder pone para seducirnos. Lo que quiere según Han es que “los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación”. Se trata de cuidarlos, seducirlo y hacerlos dependientes. En estos procesos, Han nos advierte que el ciudadano ha desaparecido en beneficio del consumidor, que se le hace creer que el auténtico soberano

"El poder inteligente lee y evalúa nuestros pensamientos conscientes e inconscientes.” Es la psicopolítica. El Big Data quiere hacernos la vida más confortable, por eso pregunta al consumidor, me gusta, para Han “el neoliberalismo es el capitalismo del me gusta”.




Como la ciudadanía ha desaparecido, de lo que se trata, por supuesto, en de generar dependencias, en el orden del consumo. La libertad es para elegir, pero no desde la autonomía personal, sino desde la dependencia de un consumidor ávido de novedades, por ello, Han nos dice: la “siguiente advertencia es inherente al capitalismo del me gusta: protégeme de lo que quiero." Esta es la expresión del dependiente –consumidor compulsivo-.