“Amaya Egaña, una mujer de 53 años, ha fallecido
esta mañana al arrojarse al vacío desde el balcón de su vivienda en Barakaldo
(Bizkaia) cuando iba a ser desahuciada” (El País, 9/11/2012). La crisis se expresa en la impotencia y la desesperación
de una mujer que se lanza al vacío. No todos se tiran de la ventana. Algunas personas
si lo hacen. Deberíamos meditar sobre este drama al que los gobiernos del PSOE
y el PP han hecho oídos sordos a lo largo de la crisis. Incluso el estamento judicial
ha clamado por reformar las leyes hipotecarias que son un cheque en blanco para
los bancos, que nos han llevado a esta crisis. No ve visto que ningún consejero
delegado de las entidades bancarias se haya suicidado.
¿Por qué no nos dicen cuál es la entidad por la que
se hacia el desahucio? Deberíamos TODOS retirar nuestros “escasos” fondos de
esas entidades que al amparo de la ley están destrozando la vida de tantos
miles de conciudadanos.