La campaña electoral, sigue su curso. ¡Una auténtica pesadilla! Sólo oigo exabruptos, ninguna idea digna de retener. Los sondeos hablan de una victoria del PSOE.
Los sondeos son una instantánea sobre la intención de voto. Sirven para observar tendencias. El único sondeo real, es el día de las elecciones. El índice de indecisos es muy elevado. Además, el efecto del voto oculto, hace aún más difícil determinar la validez del sondeo. Otro dato, no menor, es la forma de “cocinar los datos”. Sin embargo, la tendencia que se observa es el triunfo del PSOE. Pedro Sánchez ha sido capaz de rentabilizar su famosa moción de censura. En el lado negativo, el descenso del PP es espectacular, debido en parte, al ascenso de la extrema derecha.
El tópico hablaba que en España estaba inmune a los partidos ultraderechistas que asolan Europa. Lo único que pasaba en España es que esa ultraderecha estaba cobijada en el PP. Ahora, a través de Vox, ya pueden salir del armario. Son una combinación indigesta del espíritu del 21-F, de la crisis económica y política, y el efecto llamada sobre la Unidad de España. El catalizador ha sido el proceso independentista. Es la excusa fácil para aglutinar a los desheredados del franquismo. El PP con su irresponsabilidad desde la etapa que recogía firmas contra el Estatut de Catalunya, hasta la aplicación del art.155, ¿las medidas tomadas eran constitucionales? Han agrandado el problema, amén de las acciones irreflexivas del Govern de la Generalitat. Un problema político que no han sabido resolver, ni unos ni otros. Vox y su máximo dirigente, ha sido un niño mimado por el PP, desde que Esperanza Aguirre lo llevará a Madrid, desde el País Vasco, para asumir responsabilidades políticas. ¡Hay que reconocer el ojo clínico para equivocarse que tiene la Sra. Aguirre!