En la tercera era imaginaria podemos estudiar lo órfico y lo etrusco. Subrayemos el espíritu de reconocimiento órfico. Orfeo, hjo de Apolo, con sus mismas cualidades, pero más al alcance de los hombres. Su muerte representa el alejamiento de los dioses de la morada de los efímeros. (…). Fue el primero que descendió a los infiernos, que venció el tiempo, que se hizo transparente, que preludió a Cristo, a los ángeles. Fue el primero que mostró una doble naturaleza: de origen divino, su canto es para los humanos.
(…). Nace con los etruscos el potens, es decir, si es posible, es creíble, es verificable.
Espejo de la identidad en Parménides. El ser como emanación de la divinidad, previo al existir. Frase de Aristóteles, que sirvió de constante meditación a Kant y al obispo Berkeley: La piedra que está en el río, está en tu alma. Intento trágico en los griegos: saber que la piedra que está en el río no es la que está en el alma, pero intentarlo, aun sabiendo que es imposible. Final de la razón como diosa, el discurso sobre la diosa razón de Robespierre. (…)
* José Lezama Lima, Obras Completas, Tomo II, Ed.Aguilar, 1997.
* José Lezama Lima, Obras Completas, Tomo II, Ed.Aguilar, 1997.