En l’article de Paul Krugman, L’apaivagament ens ja dut fins aquí, (Ara.cat, 10/1/21), l’articulista explica perquè hem arribat on hem arribar, referint-se al fets del 6 de gener al Capitoli. Critica a tothom que per acció u omissió han apuntalat a Trump, durant la seva estada a la Casa Blanca. Espacialment, al partit republicà que ha patit una escissió en el sí de les seves files. El personatge Trump, se li ha deixat fer de tot, passar totes les línies vermelles, perquè els ha donat poder i ha sigut capaç de enlluernar a prop de 74 milions de ciutadans. Un Trump que ha utilitzat la mentida sistemàtica per dir el que ha volgut sense cap mena de fre. Així, entre altres coses ha pogut dir i fer el següent: “ aplaudir i encoratjar les milícies suprema-cista racistes que protagonitzen actes violents fen més profundes les esqueres i les ferides del racisme. O quan va separar famílies immigrants i refugiades que anhelaven trobar als Estats Units la seguretat que sempre ha promès la terra de les oportunitats. O quan va menysprear l’ús de la mascareta i va ignorar la virulència d’un virus que ja ha matat més nord-americans en un any dels que van morir durant tota la Segona Guerra Mundial. La seva falta de responsabilitat i la seva obstinació en qüestionar experts i erosionar les institucions ha minvat lentament i inexorablement la legitimitat del sistema fins a un punt de difícil retorn” (Mónica García Prieto, Els trumpistes ja s’han emborratxat de poder, Ara.cat, 19/1/21).
[En el artículo de Paul Krugman, El apaciguamiento nos ha llevado hasta aquí, (Ara.cat, 10/1/21), el articulista explica porqué hemos llegado donde hemos llegado, refiriéndose a los hechos del 6 de enero en el Capitolio. Crítica a todo el que por acción u omisión han apuntalado a Trump, durante su estancia en la Casa Blanca. Espacialmente, el partido republicano que ha sufrido una escisión en el seno de sus filas. El personaje Trump, se le ha dejado hacer de todo, pasar todas las líneas rojas, porque les ha dado poder y ha sido capaz de deslumbrar a cerca de 74 millones de ciudadanos. Un Trump que ha utilizado la mentira sistemática para decir lo que ha querido sin ningún freno. Así, entre otras cosas ha podido decir y hacer lo siguiente: "aplaudir y alentar las milicias supremacista racistas que protagonizan actos violentos haciendo más profundas las fracturas y las heridas del racismo. O cuando separó familias inmigrantes y refugiadas que anhelaban encontrar en Estados Unidos la seguridad de que siempre ha prometido la tierra de las oportunidades. O cuando despreció el uso de la mascarilla y ignoró la virulencia de un virus que ya ha matado a más estadounidenses en un año de los que murieron durante toda la Segunda Guerra Mundial. Su falta de responsabilidad y su empeño en cuestionar expertos y erosionar las instituciones ha disminuido lentamente e inexorablemente la legitimidad del sistema hasta un punto de difícil retorno "(Mónica García Prieto, Los trumpistes ya se han emborrachado de poder, Ahora. cat, 01/19/21).]
[Y a pesar de todo esto, Trump, querrá presentarse en las próximas elecciones, y lo que es peor, podría ganarlas, según como vayan las cosas dentro de cuatro años. ¿Cómo es posible esto? La exaltación del individualismo más extremo, es el caso de Trump, la falta de red de protección de una parte muy importante de ciudadanos que viven ahogados por el miedo a la enfermedad, la desconexión con la familia, el rechazo al fracaso como estigma social, genera una sociedad, sobre todo en las grandes ciudades, muy desequilibrada. Hay que añadir, el racismo instituciona-lizado, la marginación de las minorías, especialmente, negra que llena el sistema carcelario más punitivo del mundo. "Los Estado Unidos, hay 2.121.600 personas recluidas en el sistema penitenciario, frente el 1.710.000 personas en China. EEUU tiene el 5% de la población mundial, pero el 24% de la penitenciaria. La población negra representa el 12% de total al EUS, pero el 35% de toda la población reclusa, en cambio, el blancos que representan el 60%, sólo es el 30% de la población reclusa, en frente de la hispana con un 16% de la población y un 23% de la población reclusa *. " (Esther Giménez-Salinas, No es violencia, es racismo, Ara.cat, 01/10/21).]
Cal recordar que és el país amb més armes amb mans de particulars, a prop de tres-cents milions d’armes de foc. Un racisme incrustat i cultivat per la demagògia més mesquina que s’ha fa creus quan hi ha aldarull, perquè la policia mata sense masses manies a un home negre desarmat. Biden té per davant una missió especialment, molt difícil. La era d’Obama va començar amb moltes il•lusions, però de fet el seu mandat no va ser molt diferent a d’altres Presidents. Per exemple, sota el mandat d’Obama, els atacs amb drons és van incrementar de manera molt substancial.
[Hay que recordar que es el país con más armas en manos de particulares, cerca de trescientos millones de armas de fuego. Un racismo incrustado y cultivado por la demagogia más rastrera que se ha hace cruces cuando hay alboroto, porque la policía mata sin demasiadas manías a un hombre negro desarmado. Biden tiene por delante una misión especial, muy difícil. La era de Obama comenzó con muchas ilusiones, pero de hecho su mandato no fue muy diferente a otros Presidentes. Por ejemplo, bajo el mandato de Obama, los ataques con drones se incrementaron de manera muy sustancial.]
I malgrat tot això què hem dit, en el article de Jordi Muñoz, La salut de la democràcia americana, (Ara.cat, 10/1/21), pensa que aquesta situació límit, potser una bona conjuntura per redreçar la situació malmesa que ha deixat Trump. Apunta que “els propers anys seran, en aquest sentit, un nou cicle d’avenç en la perspectiva multiètnica de la democràcia americana”.
[Y a pesar de todo esto que hemos dicho, en el artículo de Jordi Muñoz, La salud de la democracia americana, (Ara.cat, 01/10/21), piensa que esta situación límite, tal vez sea una buena coyuntura para enderezar la situación dañada que ha dejado Trump. Apunta que "los próximos años serán, en este sentido, un nuevo ciclo de avance en la perspectiva multiétnica de la democracia estadounidense".]
Així, tenim, un mosaic polièdric de primer ordre per fer-ne conjectures de tota mena. Com vivim, en una etapa de incertesa profunda, és molt arriscat fer pronòstics, perquè sembla que l’atzar s’ha foti de nosaltres. Tants experts, per dir el què no passarà, ni preveure el que és important, donen a aquest quatre anys en el marc de la Presidència de Biden, un espai molt difícil de preveure. El què es segur, és què no hi res segur. Almenys tenim una petita certesa, i això ja és molt.
[Así, tenemos, un mosaico poliédrico de primer orden para hacer conjeturas de todo tipo. Como vivimos, en una etapa de incertidumbre profunda, es muy arriesgado hacer pronósticos, porque parece que al azar se ría de nosotros. Tantos expertos, por decir lo que no pasará, ni prever lo que es importante, dan a estos cuatro años en el marco de la Presidencia de Biden, un espacio muy difícil de prever. Lo que es seguro, es que no hay nada seguro. Al menos tenemos una pequeña certeza, y eso ya es mucho.]