Cabe destacar el revuelo asimétrico entre la detención del exconseller Jordi Ausàs y una presunta trama de traficantes de tabaco y la falta de respuestas contra Bankia y asociados. La imposición de una fianza de más de 100.000€ ha supuesto que tuviera que dormir en prisión. ¡No tenía liquidez! El exconseller ha declarado que es inocente. La presunción de inocencia debería ser sagrada, la CE en su art. 24.2 así lo consagra. Una democracia se mide por la presunción de inocencia. El juez de instrucción ha visto indicios de criminalidad. La presunta trama de contrabando, es castigada penalmente porque en el fondo no quiere pagar impuestos. Como el material no es “estupefaciente” el resultado final será poca cosa. Ley Orgánica 12/1995, de 12 de diciembre, de Represión del Contrabando. En su artículo 3.1 indica que la pena puede ser de 1 a 5 años de prisión. ¡Con lo que está cayendo parece excesivo! ¿Por qué los directivos de Bankia pueden salirse de rositas? ¿Cómo es posible que como resultado de su catastrófica gestión tengan como premio jubilaciones de platino?
En la fotografía que se presentará como prueba, aparece el almacén donde se guardaba la mercancía. La mercancía exhibida parece poca cosa. ¡Con eso no se puede contraer cáncer de pulmón! Como el “material” es legal –tabaco- lo que se castiga es que no se haga de forma legal el proceso de distribución y venta. La fotografía nos ilustra sobre la cantidad de tabaco que se ha requisado. ¡Pobres consumidores! Se puede oír a Montoro eso de que Hacienda somos todos. No sé si Ausàs está enfangado en este asunto. Hay que recordar que vive en La Seu d'Urgell (Lleida), población cercana a Andorra, antiguo paraíso para contrabandistas y especialmente para defraudadores de Hacienda, que por cierto, el Sr. Montoro ha perdonado las evasiones fiscales, para hacer aflorar el dinero “negro”, con escaso éxito según las fuentes periodísticas.