Domingo
14
Hoy era el día que tenía que
celebrarse la I Marató de les Vies Verdes (Manacor-Cap de Pera), pero que
desgraciadamente se suspendió, según el lacónico comunicado de la organización “por
motivos ajenos a la organización”.
El día anterior se celebraba un
Triatló en Alcudia. Puede ser que esta competición eclipsará la posibilidad de
la Marató. No lo sé. El caso, es que tampoco habría podido hacerla, porque una
pequeña lesión en la pierna izquierda, me impedía participar. Pero, se cierra
una opción u se abre otra, en este caso hacer turismo por Mallorca. Esta es la
opción que nos permite comentar nuestra estancia en la isla.
Así, que hoy hemos elegido la
zona costera de la Serra Tramuntana. El trayecto nos ha permitido volver a
reseguir una ruta parcialmente conocida, por esa desde Canyamel, Son Servera,
Sant Llorençs des Cardassar, Manacor, Vilafranca de Bonany, Sant Joan. En este
pueblo había muchos ciclistas. Después hemos continuado por Sineu, las
carreteras son estrechas, per la Ma-3240 hemos pasado por Costitx, donde hay un
observatorio astronómico, y hemos desembocado en Inca. Rotonda, y desde allí hacia Benissalem, Santa Mª del Camí,
Bunyola, carretera estrechas y muchos ciclistas para variar. Nunca había visto
tantos ciclistas como aquí. Un desvío nos ha conducido hasta sa Font Seca,
Palmanyola y s’Esgleieta, hasta conectar con la Ma-1110 hacia Valldemosa,
carretera sinuosa y estrecha, llena de coches y autocares y los inevitables
ciclistas.
Sobre las 10h estábamos en
Valldemosa. El lugar está preparado para acoger turistas. El lugar se preparaba
para engullir a todos los turistas en un día festivo y en un lugar clásico del romanticismo.
Las tiendas y comercios se preparaban para la avalancha que les esperaba. No
hemos entrado en ningún de los recintos turísticos, La Cartuja. Chopin y George
Sand (Amantine-Aurore-Lucile Dupin) estuvieron
en ella a finales de 1838-1939, fueron los ilustres visitantes de esta Cartuja.
Me puedo hacer una ligera idea de cómo debía de ser estos parajes en pleno
siglo XIX, por caminos estrechos, sin turistas, ni caravanas de automóviles, en
un entorno agreste y solitario. En pleno siglo XXI, estos lugares se han
transformado en centros de atracción para turistas ávidos de mirar con sus
propios ojos lo que nos queda de esos legendarios tiempos. ¿Podemos saborear
los museos y monumentos vía telemática? ¿Podemos saborear espacios abarrotados
de gente y poco tiempo? De acuerdo, siempre puedes decir que estuviste ahí. Las
cámaras digitales fotográficas, permiten inmortalizar la visita.
Hemos
visitado
el pueblo, sus vistas, el día era calichoso y no había buena visibilidad, y
hemos huido del parking que en ese momento estaba casi lleno de autocares y automóviles.
Hemos seguido la carretera estrecha y revirada que nos ha conducido hasta Deià.
Desgraciadamente, la casa museo de Robert Graves, está cerrada precisamente los
domingos. Hemos seguido por la carretera lleva de curvas y cercana al mar,
hasta llegar a Soller.
Hemos continuado hasta el Port
de Soller. Había un parking que por ser ese día era gratuito, justo al lado de
la vía de tren de Palma- Port de Soller. Una atracción turística de primer
orden.
El Port de Soller, con sus dos
faros, la pequeña bahía y las pequeñas playas, llenas de luz, componía una
estampa pintoresca y turística. En pleno verano no me puedo imaginar cómo debe
de estar lleno de gente. A las 13h hemos cogido un barco para ir a sa Calobra.
El barco turístico, costaba 30€ por persona y duraba entre ida y vuelta casi
dos horas. Las vistas desde el barco eran espectaculares. Los barrancos,
formidables, unas costas salvajes y agrestes. A la vuelta había mucha más gente
que hace rutas con bicicleta desde LLuc o Escorça i vuelve a Port de Soller. El
sol nos ha castigado la cabeza sin cubrir.
Hemos desembarcado a las 15h y
hemos ido a comer, en sa’Olives. La cocina correcta. La paella bastante buena y
el vino, muy bueno, era del celler de Santa Mª del Cami, es decir, de la
tierra. El camarero que nos servía, era de la zona, nos explicaba que en verano
había un gentío inmenso. La gente hace colas larguísimas para comer.
Hemos caminado por el paseo en
paralelo a las vías del tren y hemos ido al coche, y nos hemos dirigido a Palma.
En Soller había una cantidad enorme de coches, imposible aparcar, no sé cuál
era la razón, ¿tal vez porque ya estaba lleno? Hemos ido por los túneles de
peaje hasta Palma, pasando por la Ma-11, Son Sardina, Palma y coger la Ma-15
hacia Manacor, y Canyamel.
Mañana tenemos intención de ir
hacia Felanitx, Campos, Cap Blanc, Cales de Mallorca, Porto Cristo.