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dissabte, 29 de març del 2014

La nueva educación

Hoy a las 17h hay convocada una manifestación del sector educativo. Los motivos, desgraciadamente, son variados. La convocatoria es: “NI LOMCE, NI LEC, NI RETALLADES. Cap tancament a la pública. Substitucions des del primer dia al 100%.”

Dentro de la “nueva” política educativa, aparece en Cataluña, un diseño en el que los Centros educativos, sean copias de las empresas. Y para ello, nada mejor que el “Decret de plantilles”: DECRET 39/2014, de 25 de març, pel qual es regulen els procediments per definir el perfil i la provisió dels llocs de treball docents.

A pesar de la retórica, ERC también es cómplice de este nuevo engendro educativo, lo único claro, es el intento de la Administración catalana de equiparar los Centros educativos a plantas industriales. El lenguaje de las escuelas de negocios se deja ver en la nueva nomenclatura al uso:

 projecte educatiu i el projecte de dirección,  llocs de treball del centre i les modificacions successives, La direcció del centre públic intervé en la definició dels requisits específics exigits per ocupar determinats llocs de treball de la plantilla docent del centre; requisits addicionals o perfil propi d’experiència docent;  reservats als membres de l’equip directiu; formula les propostes de nomenament dels aspirants seleccionats en aquest darrer cas, així com les propostes de destinacions provisionals; llocs de treball ordinaris, específics i de responsabilitat especial; Condicions de flexibilitat dels llocs de treball docents; context d’organització flexible;  la polivalència del professorat; desplaçaments dels llocs de treball ocupats amb caràcter definitiu per supressió o modificació del lloc de treball; Idoneïtat de les persones seleccionades i proposta d’adscripció; entrevista personalment les persones candidates, (...)”.

El nuevo Decret que modifica profundamente las condiciones de trabajo del sector educativo, tiene todas las trazas de ser inconstitucional, porque altera el estatuto de la función pública. Seguramente, los sindicatos recurrirán por la vía judicial para parar semejante dislate jurídico.

¿Qué esconde el Decret? La respuesta es sencilla. Adiós a la democracia asamblearia de los centros educativos. Adiós al claustro de profesores. Adiós a la elección por parte del claustro del director. Se trata de quitar todos los medios para que el claustro del profesorado sea una pieza simbólica y decorativa. El Decret refuerza al director. El modelo del Departament es la configuración y extensión del “Director-jefe de personal” del centro, que tendrá la función de ser los ojos y las brazos de la Administración. Se busca un perfil acrítico con el Departament y crítico con los profesores que no comulguen con las ruedas de molino de esta “nueva  contrarreforma” educativa.

En la actualidad, la bajas del profesorado, requieren un mínimo de 15 días para que sean cubiertas. Eso significa que si el profesor está de baja 10 días, el Departament, tranquilamente, no envía a nadie. El nuevo Decret lo que quiere es “productividad”, y eso en el sector de la enseñanza se traduce en aprobados. Los nuevos tiempos exigen que todos los alumnos aprueben. Si eso no es el caso, el responsable es el profesor y por extensión el centro y el Director.

El Departament quiere resultados, como lo querían las empresas que maquillaban sus cuentas con “ingeniería financiera” y ya hemos visto su resultado. Pero el Departament le importa un pimiento los alumnos. Un ejemplo, si tenemos 60 alumnos, “los números del Departament” exigen la existencia de dos grupos. Si el centro establece un nuevo grupo para tratar la diversidad, el Departament, le va echar en cara que “despilfarre” recursos del centro y por extensión del Departament.


Queremos ser como Finlandia, Corea y lo que diga la OCDE y su informe PISA. En el fondo de este problema se esconde una devaluación de lo que se está convirtiendo nuestras sociedades, unas sociedades amenazadas continuamente, por la política que sólo sirve a unos amos. Los nuevos amos exigen obediencia absoluta. “Barcelona World”, por ejemplo, está a un paso de convertirse en realidad. El problema de la fiscalidad del 55% al 10% parece que solucionado. La política al servicio de la economía, y es en este contexto donde la educación tiene que rendir créditos. ¿Qué necesita “Barcelona World”? Casi de todo, pero especialmente, trabajadores del sector hotelero, jardinería, mantenimiento, etc.. Así que la educación no requiere ser muy exigente.  Cierto, con el paro que existe, cualquiera dice que no al Casino. “El primer complejo que se levantará será una sexta parte del total e implicará una inversión de unos 1.000 millones de dólares (unos 750 millones de euros) y supondrá la creación de 5.000 puestos de trabajo directos.” (El País, 2-feb-2014).

No podemos ser Finlandia porque allí el tiempo es un asco. Mientras que España-Cataluña gozamos de un tiempo excelente. La educación debe estar al servicio de los nuevos managers-políticos que exigen menos Platón y más obediencia.