"Laura Riera, trabajadora en la sección de multas del Ayuntamiento de Terrasa, fue condenada a nueve años de prisión por facilitar matrículas de los vehículos de posibles objetivos del comando Barcelona de ETA. Entre ellas, la del concejal de Viladecavalls (Barcelona) Francisco Cano, asesinado con una bomba-lapa." (El País, 20-8-2010)
Vivimos en un Estado de derecho, cumplida su condena vuelve otra vez a la sociedad. No he dicho ni reinsertada, ni nada parecido. Sus "amigos" quieren hacer de ella una heroína. Por por ello quieren festejarla. ¡Hay una fiesta paralela en las fiestas de Gracia! (Barcelona). Espero y deseo que prohíban el acto de exaltación de una colaboradora de la banda de asesinos. ¿Habrá tenido durante esos nueve años un momento para pensar que gracias a su colaboración fue asesinado Francisco Cano?