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Militarizar la pandemia, carnet de inmunidad viral y entrevista Sánchez y Casado. Tormentas en un vaso de agua. Poner delante a miembros de la GC y el Ejército es simplemente es despropósito. Las intervenciones mediáticas de la UME son simplemente propaganda. Si realmente fuesen de utilidad, ¿por qué no contar con todos los efectivos de las FFAA? Utilizarlo como demostración de Unidad en lo Patriótico está fuera de lugar. Ni aportan ni solucionan nada. La limpieza del aeropuerto de Barcelona, fue una solemne tontería, porque la desinfección no se soluciona un día delante de las cámaras de televisión. Que un responsable de la GC se embosque con declaraciones inquietantes, demuestra que no se leen los discursos o que improvisa, dando lugar a inquietantes preguntas. ¿Sólo puede haber muestras de adhesiones inquebrantables a nuestros gober-nantes? Las derivas autoritarias están al orden del día.
La polémica sobre carnets virales es una cuestión que antes de ser lanzada ha de haber un debate previo. Estamos en Estado de Alarma, y el gobierno se autoproclama la única Autoridad. No sé si era necesaria esta medida, pues, como decían ellos mismos, por cuestiones obvias, el virus no entiende de fronteras, pero el gobierno y con ellos la UE se han cuidado mucho de poner fronteras, aunque visto el resultado, tarde y mal. ¿Cómo saber que hemos pasado el Covid-19? La “desescalada” –no había otra palabra- para empezar a transformar la excepcionalidad en una cierta normalidad, ¿cómo piensa hacerse? Llevar un carnet que diga que has pasado por la enfermedad o que eres asintomático o que aún no lo sabes, puede generar enredos innecesarios. Se habla de recortes a las libertades o intromisiones a la privacidad, cuestiones todas ellas que no son menores. Así que sería conveniente que en el largo camino para una normalización sin sobresaltos, sería aconsejable cierto sentido común y no dejarnos llevar por la vena inquisitorial.
La otra cuestión del día es la entrevista entre Sánchez y Casado. Desalienta en extremo ver que el futuro político español pasa por estos dos personajes. Ninguno tiene credibilidad para nada, y esto es una auténtica tragedia. Necesitamos políticos que sean capaces de ir más allá de la coyuntura inmediata, sin embargo, sus peripecias y talantes los desacredita irremediablemente. Se habla de un antes y un después del Covid-19, pero si quienes han de gestionar el después siguen siendo los que están ahora, pocas esperanzas pueden aguardarnos.
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