diumenge, 5 de setembre del 2010

Laporta y Corbacho



Independentismo vs centralismo. El President de la Generalitat dice estar encantado con la nueva incorporación para las próximas elecciones al Parlament de Catalunya. El aún Ministro de Trabajo que tiene en su haber ser el Ministro con las cifras más altas de paro de los últimos tiempos y haber reconducido un marco muy poco favorable a los trabajadores ficha como nuevo reclamo para los sectores del PSC más proclives a las tendencias centralistas del PSOE. 

En el otro extremo ese engendro autodenominado "Solidaritat Catalana per la Independència" que cuenta en sus filas a todo un elenco de insatisfechos y que han gozado de puesto de relevancia en el ámbito administrativo-político. Es decir, un partido que se establece para el disfrute de puestos de poder. Después de su paso por el FCB, ya veremos como acaba la auditoria, el nuevo líder Joan Laporta encabezará la lista de "Solidaritat" por Barcelona. ¡Menuda sorpresa!

No sé quien de los dos personajes es más excéntrico en el panorama político. El PSC y su alma dividida, Corbacho profundiza en esa alma dividida no nacionalista hace de espejo con las aspiraciones de un Laporta que está enamorado de su imagen pública y cree que gobernar Cataluña es como gobernar un equipo de fútbol.


Los adversarios políticos del PSC son naturalmente CiU y el PP. ERC y ICV son periféricos, excepto si la aritmética parlamentaria requiere de su concurso. Existe un punto de encuentro entre CiU y el PP y es que sus militantes son inmunes al desaliento. No importa los cantos de sirena que puedan oír, ellos votaron a sus respectivos partidos. No habrá abstención, ni nada parecido. Los temas de corrupción les son ajenos. Y eso deja un espacio limitado de maniobra al PSC. Castells y Corbacho en el PSC. Castells parecía insinuar la necesidad de un nuevo partido, pero no parece que estén a tiempo de inventarse uno. O bien Castells y los suyos acaban votando al PSC o ....... gana CiU. Uno de los problemas ha sido las mayorías absolutas de CiU. El tripartito ha creado la posibilidad de una aritmética diferente, pero las incongruencias y desajustes son evidentes. 

El electorado va encontrarse con más de los mismo ya sea PSC y tripartito, es evidente que se necesitan si no quieren estar en la oposición, y nadie quiere estar en la oposición, o CiU que necesitará se apoyos implícitos PP o explícitos sea Solidaritat o incluso ERC. Y todo ello en un marco de crisis profunda derivada del ámbito político-institucional por un lado y por otro, económica que está dejando un reguero de empresas y paro por el camino. En estas circunstancias, las proclamas de un Concierto Económico (CiU) o Independencia (ERC, y asociados) parece poca cosa, pero es verdad que cuando los tiempos son tan áridos como estos, cualquier atisbo de ilusión puede cautivar a unos votantes que están anonadados ante el espectáculo de nuestra clase política, que bien mirado, está perfectamente a gusto en la crisis económica más profunda desde el crack del 29.

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