diumenge, 15 de novembre del 2009

Fatiga política

He recibido un correo que lo firma Erasmo/Congresista I, donde se queja amargamente de la deriva política de UPyD ante el inminente Congreso. Desgraciadamente, no le falta razón. Concedo que no está en la posesión de la verdad absoluta. Lo que significa que la otra parte tampoco puede estar en esa posesión, lo contrario sería denunciar a una secta. Me parece que por su interes reproduzco la primera parte de su carta:

Erasmo



En un partido normal, tras su primer congreso, saldría fortalecida la unión y la cohesión de sus seguidores, con un programa claro, y un proyecto de ilusión por delante.
En un partido normal habría respeto entre los compañeros y confianza en las reglas de juego.
En un partido normal, democrático y libre, la portavoz-presidenta se apartaría del juego y diría adelante, pelearos en buena lid, porque yo seré la portavoz gane quien gane y todos sois mis compañeros.
En un partido normal nadie discutiría sobre la organización sino sobre los objetivos.
En un partido normal nadie vería al rival como un enemigo sino como un adversario.
En un partido normal no habría gente en su interior deseando que ese partido normal se fuera a la mierda porque solo va a servir para que el engaño de la política se perpetue y unos cuantos trepas hagan su agosto.
En un partido normal Rosa Díez sería la representante de todos y no sólo de una parte de su partido.
En un partido normal no se habría llegado a los tribunales para defender los derechos fundamentales de sus militantes.
En un partido normal habría un debate serio y formal sobre lo mejor para el futuro de todos, y no sobre la apropiación indebida de algunos.
En un partido normal la rivalidad sería con los otros partidos y no entre los propios compañeros.
En un partido normal la autoridad sería respetada porque se consideraría legítima
En un partido normal no se tardaría dos años en celebrar un congreso para hacer una chapuza sectaria
En un partido normal no se cuestionaría todo, porque habría pluralidad y cada parte defendería sus posiciones, pero en UPyD, que no es un partido normal, no hay pluralidad, o mejor dicho la hay solo en los herejes que se enfrentan a la designación jerárquica por uno y no por todos.
En un partido normal, a una semana de su primer congreso habría un clima de fiesta y armonía, porque serviría para avanzar hacia el futuro para todos, y no una lucha sin cuartel porque sólo algunos "tienen el derecho de avanzar", precisamente los que no tienen nada que decir.
En un partido normal habría cuestiones como la democracia, la justicia, la pluralidad, la libertad, y la tolerancia que serían compartidas por todo el mundo.



Al mensaje anterior, le he contestado con el siguiente mensaje:




Tengo que darte en buena medida la razón. Mi experiencia propia ha sido descorazonador, esperaba algo más pero la mezquindad y el ansia de notoriedad de muchos ha hecho que nuestro partido en nuestra ciudad haya quedado en nada. Supongo que debería haber dimitido, pero aún no lo he hecho. Espero confirmar los peores augurios. Además sólo tengo una versión de lo que ha ocurrido y aún estoy esperando la otra versión. No he sido capaz de saber cuales son los representantes, ¿sabrías decirme como averiguarlo? Si al final han salido los que de antemano se habían preparado el terreno, entones ya sabré lo que sospecho. La sospecha será que Ciutadans ha desembarcado en UPyD y se ha hecho con todos recursos de poder.  ¿Estarás en el Congreso? Los escritos anónimos nunca son de fiar ,¿por qué esconderse?

PD: Cuando hablo de UPyD en este blog, la respuesta ha sido un silencio clamoroso. Seguramente tendré que reconocer que no hay ni Dios que lea este blog, hay tantos y, además, algunos son muy interesantes. Al menos hay una persona que sigue el blog que conste que en acta. Así que esperare con interés lo que vaya acontenciendo.

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