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dijous, 5 d’abril del 2018
De máster y Eurofighter pasando por Puigdemont
Procuro no mirar las noticias.
Desde el desinterés más absoluto, oigo ecos de polémicas absurdas, por ejemplo,
acerca de si la Sra. Cifuentes, ha mentido sobre su máster. Si Javier Marato,
ha hecho o no un máster, si el ministro Álvaro Nadal, tenía un Máster de
Harvard. Máster que por otra parte no han necesitado para estar donde están. Es un adorno que se autoimponen como homenaje a su propio narcisismo.
Otro eco, aún más absurdo, es
la polémica regia entre reinas, una emérita y otra en activo. No me interesan.
En cambio, no se mueve ni un rumor sobre los presos políticos catalanes que
siguen en prisión provisional, donde el Magistrado Llarena, opta por su
contumaz reiteración en la prevaricación. No dejando que el Parlament designe
libremente al candidato que tiene los avales para salir investido.
Nadie dimitirá de esas mentiras
que en cualquier otro lugar, sería sinónimo inmediato de dimisiones. España es
refractaria al acto de dimisión. Los protagonistas se rasgaran las vestiduras
en un alarde de honor trasnochado, para seguir ocupando unos puestos que en el
ámbito privado, difícilmente obtendrían por sus exclusivos méritos.
Es lo que tiene la política. Ya
lo dijo una vez el insigne Zaplana, él estaba en política para enriquecerse ("forrarme").
Zaplana dejo la política, porque una empresa, Telefónica, lo ficho por sus
cualidades. ¡No me digan cuál!
Desde el 21-D hasta ahora, en
Cataluña, sigue atada al 155 y la búsqueda de candidato. Puigdemont en
prisión a la espera de resolver su situación en Alemania. Por cierto, he oído que España
podía contemplar la posibilidad de comprar aviones a Alemania (Infodefensa.com) ¡No es
maravilloso! Qué feliz coincidencia. Puigdemont como moneda de cambio, sería
inenarrable. Pero en la realpolitik todo es posible. Me puedo imaginar los
cincuenta aviones, no uno o tres o diez, sino cincuenta aviones Eurofighter. La
decisión ha de tomarse ante de un año. España tiene una buena baza para
espolear a Alemania en el asunto Puigdemont.
En las filas independentistas,
asumida la idea que el Estado, utiliza todos los medios a su disposición para
criminalizarlos a todos, se debate entre mantener el pulso al Estado, y eso
supondría que tendrá que haber nuevas elecciones antes del verano. La otra
opción, sería un candidato/a, que en clave autonomista- artículo 155-, volviera
a poner en marcha la maquinaria de la Generalitat.
Esta opción es la más
conveniente desde todos los puntos de vista. No es la más épica, pero si la más pragmática. La Generalitat no puede estar en
manos de Millo y sus amigos. La Generalitat debe tener voz propia. Debe
gestionar y pelear para conseguir y desarrollar todas las potencialidades que
el Estado y el Estatut le deberían otorgar. Debe pedir lo que a derecho le corresponda.
Desde el día a día debe reconquistar un espacio para que todos puedan sentirse cómodos
para participar en acciones políticas conjuntas. Cataluña no es sólo
independentismo, hay más espacio, y debe poder ser capaz de abrirse a todos los
sectores. Desde esta óptica, el Estado tendrá que aceptar el juego de mayorías (independentistas) y minorías en el Parlamento, y deberá abstenerse de inmiscuirse en la acción de
gobierno, pues, la anormalidad del art.155 habrá desaparecido. Los nuevos
gobernantes de la Generalitat tendrán que impugnar el art.155, e impugnar todo
el desaguisado jurídico que el Estado central ha impulsado por su desidia y
falta de sentido de estado. Los presos y exiliados deberán ser puestos en
libertad y los exiliados poder volver a sus casas. Hay que recordar que el
impulso de estas causas, las lleva el ministerio fiscal, que pertenece a la
esfera del ejecutivo, en la medida que el Fiscal General, lo nombra el Ejecutivo.
Desgraciadamente, el partido
del gobierno, el PP está en una carrera contra Cs, en la que premia la UNIDAD
DE ESPAÑA, y mientras se preparan para próximos comicios, municipales,
autonómicas y legislativas, la cuestión catalana, será su eje central. Así, que
de momento, lo único que se puede hacer, desde la Generalitat, es gobernar,
denunciar la situación de todas las personas que están inmersas en causas que
lo menos que se puede decir es que son cuestionables los delitos que se les
imputa.
De hecho, todos los que están
en la cárcel (Madrid), fuera de la autonomía en
las que viven (Cataluña), ya han sido condenadas de antemano. La televisión teledirigida
por los auxiliares del gobierno, han demonizado y deshumanizado a los
protagonistas de la declaración/suspensión de la independencia. Todo por la
UNIDAD DE ESPAÑA, por cierto, un 47% de la población catalana, ya ha
desconectado de esa España. ¿Acaso piensan los bienintencionados que aunque
fuera el 80%, España- el gobierno central- dejaría la posibilidad de una opción
diferente a quedar soldados aunque no lo quiere sus ciudadanos? ¿No tenemos la
prueba del algodón en Gibraltar? Los ciudadanos gibraltareños no quieren la
integración con España. Cataluña desde el art.155 es una colonia.
¿Alguien duda, que la ministra
de defensa, le temblara el pulso para solicitar la intervención del ejército –la
Legión, por ejemplo-, que “invadiera” Cataluña, para restablecer la sacro santa
UNIDAD? La respuesta evidentemente es NO. De momento, nos conformamos que la
Legión se pasee por Málaga y no por Barcelona, por ejemplo.
dimecres, 4 d’abril del 2018
diumenge, 1 d’abril del 2018
dissabte, 31 de març del 2018
El conflicto catalán según Enrique Gomáriz Moraga ( y IV)
En cuanto al primer apartado,
nos dice lo siguiente: "el constitucionalismo apostó por la posibilidad de
que la aplicación del artículo 155 relajara la insoportable tensión sociopolítica
existente, hasta tal punto de que el voto constitucionalista saliera a
manifestarse". ¿De dónde saca semejante afirmación? Utilizar el verbo "relajar", después
de lo sucedido el 1-O, parece una burla. Probablemente, Gomáriz no se informo
del todo sobre lo sucedido el 1-O. Esos dos millones de votantes los sitúa en
el bando del "victimismo y al numantinismo político". Calificativos
que pretenden estigmatizar a esos votantes que fueron objeto de agresiones
desproporcionadas y salvajes por parte de la policía. Habla del poco tiempo en la aplicación del
artículo 155 para que tuviera el efecto "relajante del regreso a la
normalidad". ¿No sé da cuenta Gomáriz que la aplicación del 155 supone todo
menos normalidad? Destitución del Gobierno de la Generalitat, destitución de la
Presidenta del Parlament, prisión para los representantes de la ANC y Omnium
Cultural, exilio forzoso. Nada de todo esto nos dice Gomáriz. No debe parecerle
anormal.
Los medios. Aquí echa mano de
uno de los tópicos de estos últimos tiempos. TV3, Catalunya Radio y "el
uso de las TICS han sido claves en la campaña del independentismo".Al
parecer Gomáriz se olvida de mencionar todas las televisiones, públicas y
privadas que se pueden ver en Cataluña. ¿Por qué es más eficaz TV3 y no TVE?
Ambas están a un clic del mando a distancia. Se da por determinado que TV3
tiene un poder maléfico que no tiene ninguna de las cadenas de ámbito estatal.
El mantra de la derecha es que TV3 es literalmente el mal que hay que
erradicar. Los telespectadores son literalmente abducidos por sus programas
para asimilar los mensajes del independentismo. Parece claro que Gomáriz no ve
Tv3 y sólo de oídas habla. Si no hablara
TV3 del independentismo ¿quién iba a hablar?
Gomáriz siguiendo el libro de
estilo de la derecha se permite hacer una analogía entre los medios catalanes y
como el nazismo y el fascismo también lo utilizaron. Es una indecencia hacer
comparaciones entre una sociedad como la catalana con todas las imperfecciones
que tiene, y los nombres de personajes infames en la historia universal. Esta
comparación desacredita a quien la propaga.
Como esa ciudadanía activa no es de fiar,
sobre todo la ciudadanía independentista, tiene que echar mano de un elemento
emotivo. De esta manera vuelve a desacreditar
al 47% del electorado. Debo suponer que desde el bloque del 155, nadie actúo
por motivos emocionales, sino puramente racionales.
Para echar más cal al voto de
la ciudadanía activa -independentista-, se le califica de voto duro, frente al
voto blando. Afirma que la mayoría silenciosa no acabo saliendo, a pesar de que
la participación estuvo cercana al 80%. Gomáriz debería afirmar que la
ciudadanía formal es ese 20% que se quedo en casa. El resto si salió, incluidos
los del bloque constitucionalista.
Hacía el final del artículo
aparece la figura de Inés Arrimadas que ha sabido utilizar "la idea del
voto útil y firme contra el nacionalismo". ¿Es ella y todos aquellos que
la votaron, esa ciudadanía sustantiva con la que sueña Gomáriz?
divendres, 30 de març del 2018
El conflicto catalán según Enrique Gomáriz Moraga (III)
Nada dice de la intervención de
la Generalitat mediante la aplicación del art.155, novedad inédita que los
propios padres de la Constitución no supieron como implementarla y que el PP se
ha permitido hacer su propia reforma constitucional. Nada dice de la violencia
ejercida por "fuerzas
expedicionarias" para reprimir la participación ciudadana. Cerca de
dos millones de ciudadanos, fueron ninguneados y apaleados y su delito era
participar en un acto que desde el
Gobierno Central, se califico de delito. Gomáriz no es capaz de entender que
esa represión ha sido un punto de inflexión de estos dos millones de
ciudadanos, a los que nos sitúa en esa ciudadanía activa. Gomáriz no ha visto
que el objetivo de todos estos movimientos, muchos de ellos demasiado
precipitados, era saber la opinión de la ciudadanía, de todo ella. Sin embargo,
el Gobierno Central se ha obstinado en rechazar semejante consulta. La
Constitución permite la celebración de dichas consultas. Nada de esto nos dice
Gomáriz.
(Millo justifica la acción policial:
Nos obligan hacer lo que queríamos hacer)
Por último, ¿cómo evaluar el
papel de los diferentes tipos de ciudadanía en relación al 21-D? De su análisis
afirma "el incremento de la polarización en el cuadro electoral".
¿Había polarización cuando las opciones eran PP y PSOE? En contiendas
electorales siempre hay polarización, pero el autor quiere sugerir otras
realidades. No explica él porque del 21-D. No dice nada del desmantelamiento de
la autonomía catalana en virtud del 155. ¿Cómo no iba haber polarización?
Gomáriz, nos explica las
claves, según su parecer, de las elecciones del 21-D en base a tres aspectos
importantes que se dan en cualquier consulta electoral: la primera es la estrategia, la segunda, los
medios de comunicación y en tercer lugar, la respuesta de la ciudadanía.
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