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dilluns, 26 de maig del 2014
diumenge, 25 de maig del 2014
Conclusiones (II)
10.- Han afirma que el “esclavo” hegeliano se ha convertido en
amo, pero al precio de la depresión. Somos amos y esclavos de nosotros mismos.
No hay por tanto reconciliación posible. ¿Cómo ser libre de uno
mismo? En el nuevo capitalismo afirma la “mera vida” pero no la “vida
buena” que hablaba Aristóteles (Aristóteles, Política, 1257b).
11.- El capitalismo financiero y patrimonial ( Thomas Piketty) ha logrado derrotar,
según Han, a Eros. Lo que nos queda es la supervivencia, que es la “mera vida”
en estado bruto. En el plano de la sexualidad, la desnudez, como exhibición,
deja sin aliento al misterio, y se aproxima a la exhibición pornográfica. El
capitalismo, afirma Han, “intensifica el progreso de lo pornográfico en la
sociedad”.
12.- Han afirma la antítesis entre fantasía e información.
La fantasía, nos dice Han “habita en un espacio
indefinido”, frente a la información que delimita muy precisamente su
espacio. Han afirma contra el parecer de Illouz, que a pesar de la propaganda y
la exaltación a la imaginación, ésta no aparece, precisamente por la
“hipervisibilidad” a la que estamos sometidos. La visibilidad al decir de Han, lleva
al límite el deseo de la transparencia. Ésta supone que no hay profundidades
ocultas que afecten al sujeto. Nos movemos en geometrías planas y lisas. Sin
negatividad, no puede haber fantasía del “otro” y por extensión la “agonía del
Eros”.
13.- Han afirma que el deseo es en la actualidad quien nos
gobierna. Afirma que la política carece de “valentía” y está alejada de Eros,
se transforma en “mero trabajo”. Una
sociedad donde todos somos átomos individuales, la valentía se esfuma de
nuestro carácter. El “nosotros” desaparece del horizonte colectivo. Nos hemos
vuelto temerosos de nuestra propia sombra. Como no somos capaces de de
buscar al otro, nos refugiamos en la realidad virtual, donde el “otro” no es
real, es visible, al precio de no saber quién es realmente. Han afirma
que el antídoto contra el narcisismo está en el amor, esa
experiencia atópica de la que hablaba Han. Afirma la necesidad de la utopía al
decirnos: “El Eros se manifiesta como aspiración revolucionaria a una forma de
vida y sociedad completamente diferente”.
14.- El pensamiento se adhiere a la negatividad. Como dice
bellamente Han: “El pensamiento tiene necesidad de silencio. Es una expedición
al silencio”. Han nos recuerda que en el origen de la filosofía Eros y
Logos iban enlazados. Platón expreso esa unión. A través de Eros el pensamiento
es capaz de alcanzar al “otro atópico”. Por eso “sin Eros el pensamiento pierde
toda vitalidad, toda inquietud, y se hace represivo y reactivo”.
15.- La sociedad del rendimiento se parece a la expresión
de Hegel de almas bellas. Al alma bella “le falta la fuerza de la enajenación,
la fuerza de convertirse en cosa y de soportar el ser. Vive en la angustia de
manchar la gloria de su interior con la acción y la existencia; y para
conservar la pureza de su corazón, rehúye renunciar al propio sí mismo y de
darse sustancialidad y transformar su pensamiento en ser y confiarse a la
diferencia absoluta. (...) “alma bella desventurada que arde consumiéndose a sí
misma y se evapora como una nube informe que se disuelve en el
aire”.(Fenomenología del espíritu). Esa alma desventurada le falta el otro
que Han ha expresado en Eros.
16.- Es posible que las ideas que aparecen no descubran
nada que no se haya dicho. Sin embargo, lo propio del pensamiento filosófico consiste
en seguir pensando una realidad que no se deja atrapar fácilmente. Alguien
puede pensar y con razón que todo este arsenal conceptual y metafórico es
innecesario, pues, el capitalismo líquido, no tiene un gabinete que le asesora
y dirige su estrategia. Sin embargo, el capitalismo es como un agujero negro
que todo lo que se le acerca queda alterado y cae en su esfera de influencia.
El pensamiento de Byung-Chul Han trata de hacernos conscientes de esa
influencia y pensar en estrategias para salir de esa órbita perniciosa que nos
arrastra a todos nosotros. En este proceso hay dos velocidades –hay más, pero
simplificando-, hay unas élites que dominan los mercados y sus grupos
auxiliares –expertos think tanks, políticos, medios de comunicación, etc.,- que
nos cantan las excelencias del mundo globalizado- y unas sociedades occidentales que estamos
perdiendo peso e influencia en las decisiones que se toman en nuestro nombre y
que no paran de empobrecernos para mayor gloria del mercado.
Conclusiones (I)
1.- El tema central es el eclipse del “otro” que a
través del concepto griego atopos, quiere expresa lo que nos dice Platón
en el Banquete. El amante desea aquello que no es, quiere enajenarse, porque el
otro, da sentido a la vida. Sin embargo, para Byung-Chul Han, la sociedad
del rendimiento hace desaparecer al otro en beneficio de un yo narcisista,
que nuestra sociedad capitalista cultiva y explota.
2.- Ese yo narcisista busca la positividad, concepto
clave en Han, lo igual, el éxito y el consumo son los ejes de coordenadas en
los que se mueve ese yo. Allí donde no hay Eros, no puede haber reconocimiento
del otro. Ese yo narcisista se ve abocado a la depresión, enfermedad
metáfora de nuestro tiempo. El peso del yo hace derrumbarse bajo el peso de sí
mismo.
3.- En la sociedad del
rendimiento la palabra mágica es poder. EN la etapa sólida (Z.Bauman) la
palabra era deber. Para Han el poder se
expresa mediante “la motivación, la iniciativa y el proyecto” son más eficaces
que el modelo disciplinar. El hombre que surge de esta sociedad es el
emprendedor.
4.- El nuevo titán de los tiempos actuales es el empresario de su propia
vida. Le han hecho creer que es libre. Por eso, sólo acepta la palabra tú
puedes. Al decir de Han, está risueña palabra esconde una auténtica
emboscada psíquica. ¿Por qué como dice, Han, “no es posible ninguna resistencia
contra sí mismo”. Ahora el fracaso va asociado al propio individuo. Si
fracaso no puede trasladar la responsabilidad ni a la sociedad, ni el Estado,
ni mucho menos al sistema económico. El resultado es la depresión. Es decir,
que “no puedo”, y eso, se ha convertido en anatema para nuestra sociedad.
5.- Para Han frente al poder, contrapone el no poder poder,
que expresa otro de los términos fundamentales del texto: la negatividad. .
Esta negatividad significa un rechazo a la lógica del rendimiento, de la
positividad. El Eros desbarata la estrategia de la positividad en la que se ha
instalado nuestra sociedad. El Eros reconoce la alteridad, “la atopía del
otro”, que escapa al control del poder.
6.- El no poder poder se expresa en la reivindicación del otro,
de la “distancia original” que relaciona a los seres humanos y que M.Buber,
citado por Han, expresa melancólicamente: “principio de ser humano y constituye
la condición trascendental de posibilidad de la alteridad”.
7.- La sociedad del rendimiento ha logrado hacer desaparecer al otro,
borrado esa distancia original, y afirmando la necesidad de que todo
este cifrado a la “fórmula de disfrute”. Huir de lo desagradable –negatividad -
es el principio al que hay que atenerse en estos asuntos.
8.- Han
recuerda a Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo que se resuelve en el
nosotros. En la sociedad del rendimiento ese proceso falta la dimensión “negativa”.
En Hegel
la superación implicaba el reconocimiento del “otro”, pero al decir de Han,
ahora la reconciliación es imposible porque ha desaparecido el “otro”.
divendres, 23 de maig del 2014
El fin de la teoría
1.- Han constata que en el ámbito
de la ciencia se puede hablar de “El final de la teoría” (Chris Anderson), en
la medida que la causalidad es sustituida por “correlaciones de datos”. Han
crítica a Anderson por su visión “débil” de la teoría. Contrapone las teorías
filosóficas, como la teoría de las ideas o la Fenomenología del espíritu de
Hegel que son teorías que no pueden “sustituirse por el análisis de datos”.
Chris Anderson
2.- Los datos no pueden conducir
el pensamiento, al contrario, “sólo el cálculo es llevado por los datos”. El
pensamiento se adhiere a la negatividad. Como dice bellamente Han: “El
pensamiento tiene necesidad de silencio. Es una expedición al silencio”.
3.- Han contrapone “ciencia
positiva” que se expresa en los datos, y el conocimiento que es negatividad. La
sociedad de la información se expresa a través de “su positividad, aditivo y
acumulativo”. La sociedad de la información es “ciencia google”. Se acumulan
los datos, pero falta conocimiento.
4.- Han nos recuerda que en el
origen de la filosofía Eros y Logos iban enlazados. Platón expreso esa unión. A
través de Eros el pensamiento es capaz de alcanzar al “otro atópico”. Pensar
requiere del “otro” para adentrarse en la negatividad de lo que no somos. Por
eso “sin Eros el pensamiento pierde toda vitalidad, toda inquietud, y se hace
represivo y reactivo”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dijous, 22 de maig del 2014
Política del Eros (VI)
1.- Han dialoga con Platón al
hablarnos de Eros. Pues, Eros transporta al alma para “ una procreación en la
belleza” (Platón, Banquete, 206b). En el dialogo entre Sócrates y Diotima, ésta
le dice a Sócrates [acerca de Eros] “Impulso creador, (...) Pero no puede
procrear en lo feo, sino sólo en lo bello. (...) Por esta razón, cuando lo que
tiene impulso creador se acerca a lo bello, se vuelve propicio y se derrama
contento, procrea y engendra (...) (206c). Sin embargo, con el eclipse de Eros,
transfigurado en sexualidad, el Eros pierde esa universalidad de lo bello.
2.- El alma platónica tiene una
triple función: deseo, valentía y razón. Eros gobierna el alma y “dirige cada
parte a su propia experiencia del placer”. Han afirma que el deseo es en la
actualidad quien nos gobierna. Afirma que la política carece de “valentía” y
esta alejada de Eros, se transforma en “mero trabajo”. Según Han, la sociedad
del rendimiento lleva acabo una “despolitización de la sociedad” y esto es así,
por “la sustitución de Eros por la sexualidad y la pornografía”. Una sociedad
donde todos somos átomos individuales, la valentía se esfuma de nuestro
carácter. El “nosotros” desaparece del horizonte colectivo. Nos hemos vuelto
temerosos de nuestra propia sombra.
3.- Como el “nosotros” ha
desaparecido, la “falta de tacto” y “el encuentro con el otro” se hace expresión
de un miedo hacia los demás. Han afirma que “la pornografía incrementa la dosis
narcisista del yo”. Como no somos capaces de de buscar al otro, nos refugiamos
en la realidad virtual, donde el “otro” no es real, es visible, al precio de no
saber quien es realmente. Han afirma que
el antídoto contra el narcisismo está
en el amor, esa experiencia atópica de la que hablaba Han. La experiencia
amorosa supone “una perforación en el orden de lo habitual y de lo igual”.
Cualquiera que haya visto los clips pornos que invaden Internet, comprobará que
la expresión de lo “habitual y de lo igual” no es mera retórica. Vista una,
vista las demás. ¿Por qué hay tanta gente, adicta a esas páginas? Porque el
deseo de lo habitual e igual se instala en nosotros, dejándonos hipnotizados
ante esas imágenes que muestran, pero no explican.
4.- Han reivindica el amor como lo
hacían los surrealistas. Dice Han que “con toda seguridad no habrá una política
del amor”, sin embargo, Han afirma la necesidad de la utopía al decirnos: “El
Eros se manifiesta como aspiración revolucionaria a una forma de vida y
sociedad completamente diferente”. Eros lleva en su seno el futuro. Autores
como Paz, Marcuse, Axelos, Morin, habían hablado del amor como potencial
revolucionario que en la etapa sólida del capitalismo trataba de reprimir, ahora,
en la nueva fase, etapa líquida (Z.Bauman) trata de desactivar, no a través de
la represión, sino por un exceso de sexualidad sin contenido. Decía Rimbaud que
“hay que reinventar el amor”, Han dice lo mismo.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
dimecres, 21 de maig del 2014
Fantasía (V)
1.- Han crítica a Eva Illouz y su “¿Por qué duele el amor”. Illouz viene a
decir, que en la actualidad hay una un exceso de información que hace
desfallecer a la imaginación. Si en la etapa sólida, había una imaginación
desbordante que aumentaba o idealizaba al “otro”. En la actualidad –sociedad
líquida-, se ha “racionalizado el deseo”, por eso, nos dice Illouz, se provoca
más fácilmente la decepción. Ésta “viene de la mano de la imaginación”. Illouz
conecta nuestra cultura de consumo, deseo y fantasía. Para ella, la cultura del
consumo reactiva deseo e imaginación. Su conclusión es que percibimos nuestros
“deseos y sentimientos de manera imaginaria a través de mercancías y de las
imágenes de los medios”.
2.- Han afirma que contra Illouz “que
el deseo añorante no es racionalizado”, y ello, es debido al que el
deseo añorante requiere al “otro” y éste ha sido eclipsado por nuestra sociedad
del rendimiento.
3.- Han afirma la antítesis entre
fantasía e información. La fantasía, nos dice Han “habita en un espacio
indefinido”, frente a la información que delimita muy precisamente su
espacio. Han afirma contra el parecer de Illouz, que a pesar de la propaganda y
la exaltación a la imaginación, ésta no aparece, precisamente por la “hipervisibilidad”
a la que estamos sometidos. Así, nos dice, por ejemplo, que el porno ahoga, por
su expresión hiperrealista la “fantasía erótica”.
4.- La sociedad del rendimiento
esta rendida a la visibilidad y a la hiperactividad. La visibilidad al decir de
Han, lleva al límite el deseo de la transparencia. Ésta supone que no hay
profundidades ocultas que afecten al sujeto. Nos movemos en geometrías planas y
lisas. Sin negatividad, no puede haber fantasía del “otro” y por extensión la “agonía
del Eros”. Han anuncia un declive de la literatura y el arte como expresión de
la desaparición del “otro”. En un mundo digitalizado –global map-, no hay territorios
para la exaltación de la fantasía, porque como dice Han, “no engendramos al otro”.
Bibliografía:
Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.
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