Sigo despertándome a horas intempestivas, y después me cuesta dormirme. En la habitación el aire acondicionado es persistente y frío. Hay regulación pero muy limitada.
Hemos salido del hotel hacia Central Park cruzándolo hasta llegar al “Museo de Historia Natural”. El espacio es enorme y algunas salas son espectaculares. Brontosaurios, mamíferos disecados, minerales, en fin,naturalezas muertes. Más que museo es una cripta donde se apilan lo hecho por el tiempo y por la mano del hombre. Todo muy pulcro y ordenado. Resulta llamativo las salas de animales disecados, toda esa variedad congelada por la muerte y de la mano del taxidermista –me gusta esa palabra-. Asombra la enormidad de la ballena azul, pensar que somos capaces de llevar al borde de la extinción a esos animales extraordinarios es algo realmente asombroso. No dice nada bueno de nosotros. ¿Nos lavamos la conciencia con estas exhibiciones que son los museos?
Central Park es un lugar estupendo, atravesada por vías de circulación de vehículos y carril para bicicletas y corredores, lleno de árboles que cubren una extensión enorme 341 ha, es un auténtico oasis en medio de los rascacielos.
Después de salir del museo –mirar y contemplar todos esos tesoros sin vida-, agota. Así,pues, hemos salido al exterior, pero en éste hacía un calor sofocante. Hemos encontrado un restaurante cercano al museo con un menú estándar. El local se llama Isabella’s, 359 Columbus Ave. El local era agradable y con una decoración elegante y sin ostentación. Un camarero muy atento ha servido los platos. La comida era muy poco variada. Siempre ponen demasiado de todo. Son excesivos. Después hemos seguido hasta el metro en dirección a South Ferry en Battery Park que es fin de trayecto. Hacía un calor enorme dentro del metro. Afortunadamente, dentro de los vagones hay aire acondicionado. Al salir de la estación estaba la bahía en la que se ve la Estatua de la Libertad. Hacia caliche y la visibilidad no era muy buena. El calor era demoledor. Después hemos subido por Broadway, hemos ido subiendo y desviado para entrar en Wall Street el sector financiero. A la entrada de la bolsa había policía y un perímetro de seguridad para que los “amos del universo” sigan engrasando la maquinaria universal. Y sin solución de continuidad, el calor era en ese momento asfixiante, eran las 15h, nos hemos aproximado a la Zona Cero. Hay obras para los nuevos edificios que se quieren hacer. Cuesta creer que el lugar donde se ubicaban las Torres Gemelas sean construidos otros edificios. Había obras y con el tiempo será difícil de creer lo que ocurrió un 11-S de 2001.
Hemos subido hacia el City Hall Park, junto al Ayuntamiento, y hemos contemplado el famoso puente de Brooklyn. Hemos cogido el metro, línea 6 hasta Lexington con la 51. Y de allí al hotel. Ahora estoy escribiendo esto a las 17.45h. Después de recuperar el aliento nos hemos ido a callejear y en el horizonte la cena. Hemos encontrado un restaurante junto a otro local de moda que se llama “Dos caminos” de comida “mexicana” pasada por el tamiz norteamericano. El local donde hemos estado era amplio, moderno, funcional y se llama Ashtons Alley. Nos ha atendido una argentina muy amable. Hemos cenado muy bien, dentro de los menús estándar que aparecen en todos los restaurantes. A esa hora unas cervezas nos han sentado estupendamente. Estábamos envueltos en grandes pantallas de plasma viendo competiciones de beisbol el segundo deporte nacional. Según los norteamericanos el fútbol (soccer) es aburrido, está claro que todo es acostumbrarse, a mi me parecía aburrido. Sobre gustos no hay nada claro. Gustos y hábitos hacen de nosotros lo que somos, por cierto, a los jugadores se le ve con sobrepeso, igual es una impresión subjetiva. Como curiosidad, una de las estrellas del beisbol de los Yankees de NY,de origen puertorriqueño, Alex Rodríguez posee el apartamento más grande y más caro de NY, junto a Central Park. El sueño americano.
El calor no dejaba mucha tregua, nos hemos dirigido al hotel. Ser turista es ser un agente en la misión de buscar novedades y tópicos, y ambas cosas agotan. Eran las 22h cuando cerraba la luz….. ¡Cómo puedo perderme el NY nocturno! Pues sí….