Desde el 1948 la sociedad palestina ha padecido una fragmentación de su población con más de cuatro millones de refugiados. Cuando el 14 de mayo del 1948 se crea el Estado de Israel, se hizo sin consultar a sus legítimos propietarios, el pueblo palestino, los judíos que habían inmigrado a Palestina no poseían más del 5,5 % del territorio. Sin embargo, en el 1949, como consecuencia de la primera guerra contra los árabes Israel se apoderó del 78% y ocupo el 22% del territorio restante ( Cisjordania y Gaza) durante la guerra de los Tres días en el 1967 (1).
Los ocupantes exigen obediencia y sumisión absoluta. Los propios israelís actuaron como Hamás contra la presencia británica a través del Irgun que el 22 de julio de 1946 hizo explotar el hotel King David de Jerusalem, causando la muerte de 91 personas. El responsable de la matanza llego a ser primer ministro de Israel. Es cierto que otras organizaciones judías se desmarcaron del atentado por las consecuencias negativas para sus propios fines (2).
El jefe de la diplomacia francesa ha insistido en que "la prioridad inmediata es detener la violencia". Dice el País en su versión digital (7-1-09). Se habla de violencia como de dos contendientes estuviesen luchando de igual a igual. Más de 650 palestinos muertos y 3.000 han resultado heridos. Cuatro muertos por el lado israelí. Sólo Israel puede parar a Israel. Puede matar aún a muchos palestinos y desgraciadamente lo hará.Pero su victoria será pírrica y miserable y no solucionará nada.
1) http://iescasablancas.xtec.cat/~aiglesias/israel-palestina/gestacion%20del%20Estado.htm
2) J.B.Culla.- Israel, el somni i la tragèdia. col.Obertures 16. ed.La camapana, 4ed. Barcelona, 2004.
