Escribir sobre los atentados terroristas de Las Ramblas y
Cambrils, resulta extraño y desconcertante. La manifestación del sábado pasado
(26), expresó de manera diversa, la diversidad de nuestra sociedad.
En el ámbito estrictamente policial, los Mossos d’Esquadra
han adquirido, a su pesar, un papel protagonista, pues, una semana después, los
terroristas han sido detenidos (4) o abatidos (8). Ésta cuestión, abatir
terroristas, ha sido puesta en cuestión por J.Ramoneda en su artículo del 26 en el Ara.cat., con el título de Excepció.
El artículo es oportuno, pues, recuerda que la policía tiene
como misión detener a los delincuentes y ponerlos ante la justicia. Sin
embargo, en las actuaciones contraterroristas, la norma es abatirlos. Así se
cierran muchas posibles pistas que podrían ayudar a desentrañar las posibles
tramas subyacentes.
El caso, es que la posibilidad de un atentado, estaba ahí.
Diferentes ciudades europeas habían sido escenario de atentados, sin necesidad
de utilización de armas de destrucción masivas. Sólo es necesaria la
utilización criminal de un camión (Niza) o una furgoneta (Barcelona).
Cualquiera que se haya paseado por Barcelona, las zonas más
turísticas, se daba cuenta de la cantidad de gente que hay y por tanto del
peligro. Pero una cosa es pensarlo y otra que algo tan atroz, pueda suceder. Y
desgraciadamente, ha pasado. El resultado son 16 personas muertas y aún quedan
hospitalizadas 20 personas, cinco de las cuales están en estado crítico.
El día del atentado, a las 17h en las Ramblas, la muerte
sorprendió a las personas paseando, llenas de vida y en un momento, la muerte,
el miedo y el espanto. Los autores no eran terroristas aguerridos y curtidos en
mil batallas, sino jóvenes y adolescentes de Ripoll. Los Mossos d’Esquadra,
emprendieron inmediatamente después de los atentados, un amplio dispositivo
para detener al responsable del atropellamiento criminal. Al mismo tiempo, lo
sucedido en Alcanar (Tarragona) unos días antes, cobraba un nuevo significado.
Una casa de Alcanar había literalmente volado en una explosión considerable.
Sólo después del atentado de Barcelona, los investigadores, pudieron establecer
las pertinentes relaciones. Entre los muertos del accidente de Alcanar, se encontraba el presunto responsable de la
célula terrorista. Era el imán de Ripoll. Ahora sabemos que había estado en
Bélgica. París había sido objeto de visita de los terroristas.
Del éxito de los Mossos a los reproches desde la caverna
mediática. El gobierno de la Generalitat, intentó dar información a través de
los Mossos. La estrategia ha sido correcta. La gestión informativa ha estado a
las antípodas de lo que realizó el gobierno del PP con Aznar y Rajoy, con los
atentados del 11M de 2004. El gobierno de la Generalitat ha procurado dar la
información contrastada, absteniéndose de hacer juicios paralelos. La
utilización del catalán, ha sido objeto de críticas y despropósitos dignos de
mención. Al parecer, muchos no sabían que en Cataluña también se habla, junto
al castellano el catalán.
La respuesta del gobierno central fue inexistente. Superflua.
Cataluña y su gobierno actúo como un Estado independiente. La torpeza del
gobierno central, se acentuó cuando el presidente del gobierno llegó a
Barcelona, para no decir nada. Igual papel tuvieron la Vicepresidenta y el
Ministro del interior. Éste le cabe el honor de meter la pata por afirmar que
el comando había sido detenido, cuando aún no lo estaban.
Después, la Manifestación NO TINC POR, donde pudo
visualizarse el mundo paralelo de los gobernantes y la sociedad. Hubo abucheos
al Rey y al Presidente del Gobierno. También a las demás autoridades. Extraña
que el Rey encabece una manifestación. Su anterior sucesor, nunca asistió a
ninguna. Las Autoridades se convirtieron en pancarteros.
Tampoco ha habido manifestaciones en el
resto de España. Cataluña es diferente. Una de los alicientes de una Cataluña
independiente, es que será una República. Sólo por eso, ya vale la pena.
PD: El anuncio de Puigdemont que en un Estado catalán es
necesario un ejército, es una medida innecesaria y absurda.