Después viene el cáncer. Una auténtica mala suerte. Pero, ¿por qué no? Si tengo que morir que al menos todo el país me vea como me muero. La vida y la muerte retransmitida en directo. ¡ Show Time ¡. La lógica de este proceso es impecable. La Sra Jade Goody no tenía nada interesante que contar, pues, su vida, era de una vulgaridad suprema. O sea, como la de la inmensa mayoría de nosotros. Pero, mientras los demás se contentan con ir cada día a trabajar, jugar a la lotería, mirar Gran Hermano, y suspirar por irse de vacaciones a España, la Sra. Jade Goody tenía otras aspiraciones.
Su muerte deja a sus hijos sin madre. El marido, Jack Tweed, de 21 años está desgarrado por el dolor, se habían casado siguiendo el guión de este culebrón, - diagnóstico del cáncer, boda y muerte-,habrá pensado en como gastar los cuatro millones de euros que toda esta historia ha dejado. La muerte es reciclada en negocio. Nada menos que tres libros sobre su vida y obra. Impresiona la cantidad de datos que habrá tenido que verter para llenar páginas.
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