dilluns, 8 de juliol del 2019

Legalidad letal

[-Querría ver la cara de que ha decidido multar con 900.000€ a los que salven gente en el mar
- Más que nada por sí un día me lo encuentro pidiendo ayuda

- Ayuda para una investidura, por ejemplo]

Inicios fulgurantes (XIII)

«Estoy sola… Me esperan muchos años de soledad…

   »Mi hijo… mató a un hombre. Con un cuchillo de cocina, el que usaba yo para cortar la carne. Acababa de volver de la guerra y de repente asesinó a alguien… A la mañana siguiente volvió a casa y dejó el cuchillo en su sitio, en el armario donde guardo los utensilios de cocina. Creo que ese mismo día le preparé una chuleta… Al cabo de un tiempo, en la tele y en el periódico local salió que los pescadores habían encontrado un cadáver en el lago… Todo cortado en pedazos… Me llamó una amiga:

   »—¿Lo has leído? Dicen que es un asesinato profesional… Se nota el estilo “afgano”…

   »Mi hijo estaba en casa, tirado en el sofá, leyendo un libro. Yo aún no sabía nada, no tenía ni idea, pero por alguna razón, tras aquellas palabras, le miré… El corazón de una madre…

   »¿No oye el ladrido de los perros? ¿No? Yo sí, siempre que cuento esto escucho a los perros ladrar. Los oigo correr… Allí, en la cárcel donde él está ahora, hay pastores alemanes, son grandes y negros… Y toda la gente va de negro, siempre de negro… Cuando vuelvo a Minsk, voy por la calle, paso por delante de una panadería, de una guardería, con mi barra de pan y con la leche, y oigo ese ladrido. Es ensordecedor. Me deja ciega… Una vez casi me atropella un coche.

   »Estoy preparada para el momento en que tenga que visitar la tumba de mi hijo… Estoy preparada para yacer en la tierra a su lado… Pero no sé… No sé cómo vivir con esto… A veces me da miedo entrar en la cocina, mirar el armario donde estaba guardado el cuchillo… ¿No lo oye? ¿No oye nada?… ¿Seguro? ¿Nada de nada?

   »Ya no sé cómo es él, cómo es mi hijo. ¿Quién volverá conmigo dentro de quince años? Le condenaron a quince años en régimen especial… ¿Quiere saber cómo le eduqué? Pues le gustaban mucho los bailes de salón… Fuimos juntos a Leningrado, visitamos el Museo del Hermitage. Leíamos libros juntos… [Llora] Afganistán me quitó a mi hijo.. "

Una madre


Svetlana Alexiévich, Los muchachos de zinc. Voces soviéticas de la guerra de Afganistán, Ensayo,/Crónica, Trad.Yulia Dobrovolskaia y Zahara García González, Ed.Debolsillo, Barcelona, 2017.



dimarts, 2 de juliol del 2019

Distopía universal: Ayudar a los pobres no sale a cuenta

Las dos imágenes comprimen de manera nítida el significado del poder. Arriba dos mandatarios, antagónicos donde los haya y sin embargo, no paran de encontrarse. Un dictador sanguinario, y un presidente de EE.UU que no tiene parangón en los anales de los inquilinos de la Casa Blanca. Un dictador que pasa por ser la primera dinastía comunista, el otro, un multimillonario, que tiene un límite en su mandato. 



Uno manda en Corea del Norte, con el beneplácito de China y Rusia, dos de los baluartes de los derechos humanos. Mientras que EE.UU va en la dirección de saltarse todos los derechos humanos en nombre de la seguridad nacional o lo que corresponda. 

            

En la siguiente fotografía, se capta el momento en que la capitana del Sea Watch3, Carola Rackete es detenida en nombre de la ley. Italia se ha convertido de la mano de Salvini, ministro del interior italiano, en un auténtico laboratorio de despropósitos. Se le acusa nada menos que de un delito de favorecimiento del tráfico ilegal de personas. Ahora, en el mundo orwelliano en el que estamos adentrándonos, ayudar a salvar vidas en el Mediterráneo, se ha convertido en delito por obra y gracia de esa nueva fauna política que prolifera al amparo de un mundo desnortado y sin entrañas. 


Salvini debe de estar muy satisfecho, salir en la prensa internacional como baluarte contra la invasión silenciosa que trata de alcanzar las costas italianas. ¡La UE subvenciona alegremente a los grupos armados de Libia, para evitar que los desesperados que huyen de las guerras  puedan llegar a territorio sagrado de Europa. Supongo de la Mafia, la Camorra y la Ndrangheta, deben mirárselo con simpatía los esfuerzos de Salvini.

dissabte, 29 de juny del 2019

Tierra y fuego




El fuego de la Ribera del Ebro se encuentra perimetrado, es decir, que el perímetro del fuego está remojado por los bomberos. El fuego está controlado si no hay nuevas causas que lo hagan reactivar. Las altas temperaturas, la baja humedad y el viento son posibles causas que pueden alterar en horas una determinada situación.

Si el parte que proporcionan los bomberos es esperanzador, se abre ahora un debate sobre el por qué de estos incendios devastadores. La orografía del terreno, el aumento de la masa forestal, debido a la falta de cultivos, crea el caldo de cultivo que hace el fuego sea más devastador. Como siempre hay diversas hipótesis que pueden explicar el desastre. Para unos el problema estructural es el abandono del mundo rural. Las dificultades de la gente que trata de vivir de la agricultura y la ganadería se hace cada vez más difícil debido a la competencia de las grandes explotaciones que hacen prácticamente imposible vivir de estas actividades con explotaciones pequeñas y medianas. 

Para otros,  la falta de previsión y falta de medios es otro de los factores que explican el desastre. Se ha dicho que si hubiese otro incendio de las características de este, que es excepcional, no habría personal ni medios para combatirlos. La crisis económica, hizo que se paralizaran nuevas contrataciones de efectivos para combatir el fuego. En este terreno, la responsabilidad política se hace evidente. En el primer caso, también, pero al ser estructural, las responsabilidades se diluyen.

No faltan los que admitiendo las causas anteriores, las diluyen en la excepcionalidad del caso. Una combinación diabólica de una ola de calor infernal, la falta de lluvias, y el viento, junto con la negligencias correspondientes, hacen un cóctel explosivo. Amén, de los llamamientos por el cambio climático. ¿Somos responsables de lo que nos pasa? La respuesta es sí. Somos responsables por acción y omisión. Deberíamos hablar de cuál es el modelo de sociedad que queremos para nuestro país. Uno que salgan beneficiados los de siempre, o repensar el modelo de gestión de proximidad, con los posibles costos que pueden generar.