dissabte, 12 de setembre del 2020

Judith Shklar: Frases intempestivas



«La honestidad que humilla y el rechazo terco del compromiso arruinaría la civilidad democrática en una Sociedad política en la que la gente tiene muchas y serias diferencias de creencias e intereses.»


Judith Shklar, Vicios ordinarios(1984), FCE (1990)


divendres, 11 de setembre del 2020

Chistes filosóficos (XV)

 Filosofía de la religión




Los chistes..

[1]

Un hombre llega a las puertas del cielo y san Pedro le pregunta:

—¿Religión?

—Metodista.

San Pedro consulta su lista.

—Vaya a la sala número 28 —le dice—. Pero guarde silencio al pasar por la 8.

Llega otro hombre a las puertas del cielo.

—¿Religión?

—Baptista.

-Vaya a la sala 18, pero guarde silencio al pasar por la 8. Un tercer hombre llega a las puertas del cielo.

—¿Religión?

—Judío.

—Vaya a la sala II, pero guarde silencio al pasar por la 8.

—Entiendo que haya salas distintas para las diferentes religiones —dice el hombre—. Pero ¿por qué tengo que guardar silencio al pasar por la 8?

San Pedro le responde:

—En la sala 8 están los testigos de Jehová y creen que son los únicos que han ido al cielo.


FILOSOFÍA CABEZA HUECA


El libro lo identifica con el "New Age". Lean a Paulo Coelho, para hacerse una idea de lo que significa autoayuda.




[2]

¿Cuántos seguidores de la New Age se necesitan para cambiar una bombilla?

Ninguno, basta con montar un grupo de apoyo sobre «Cómo relacionarse con la oscuridad».


* Thomas Cathcart y Daniel Klein, Platón y un ornitorrinco entran en un bar... La filosofía explicada con humor. Trad. Núria Pujol Valls, Editorial Planeta 2ªed. Barcelona, 2008.


dijous, 10 de setembre del 2020

El "destino" castiga el campo de refugiados de Moria

 








Albert Camus: Frases intempestivas (I)

 


Albert Camus 

(1935-1960)


“Lo que ilumina el mundo y lo hace soportable es el sentimiento habitual de los lazos que nos ligan a él; y más particularmente de l que nos une a los otros seres. Las relaciones con los demás siempre nos ayudan a proseguir porque suponen siempre desarrollos, un porvenir; y también porque vivimos como si nuestra única tarea fuese precisamente tener relaciones con los seres. Pero cuando cobramos conciencia de que no es nuestra única tarea, sobre todo cuando comprendemos que sólo nuestra voluntad mantiene a esos seres unidos a nosotros –dejad de escribir o de hablar, aislaos y veréis cómo se desvanecen a vuestro alrededor-, cuando vemos que la mayoría está en realidad de espaldas (no por malicia, sino por indiferencia) y que el resto conserva siempre la posibilidad de interesarse en otra cosa, cuando imaginamos así todo lo que hay de contingente, de juego de las circunstancias, en lo que se llama un amor o una amistad, entonces el mundo vuelve a su noche y nosotros a ese frío enorme de donde nos había sacado por un momento la ternura humana*” (pág.256)



* Albert Camus, Carnets (1935-1951), Trad.Eduardo Paz Leston, Alianza editorial, LB, 2 ed, Madrid, 2014.